El único deber que tenemos con la historia es reescribirla.
Oscar Wilde
No tengo la solución para todos los problemas, pero yo no me arrugo, no me echo atrás, creo que cuando la situación es crítica, hay que actuar.
Alfredo Pérez Rubalcaba
Ha llegado la hora de matar al dragón, de acabar para siempre con el monstruo de las fauces terribles y los ojos de fuego. Hay que matar a este dragón ya todos los que a su alrededor se reproducen. Al dragón de la culpa y al dragón del espanto, al del remordimiento estéril, al del odio, al que devora siempre la esperanza, al del miedo, al del frío, al de la angustia.
Amalia Bautista
En política lo que no es posible es falso.
Antonio Cánovas del Castillo
La Palabra Celeste llegará a una aldea de España y se le escuchará
Benjamín Solari Parravicini
Como científica me siento responsable. He entrado en estas organizaciones porque los científicos se ven envueltos en este tipo de problemas y las organizaciones científicas deberían oponerse al uso de la investigación científica para el desarrollo de las armas.
Dorothy Crowfoot Hodgkin
Hay que poner el corazón en el arte, la inteligencia en el comercio del mundo, el cuerpo allá donde se encuentre bien, la bolsa en el bolsillo y la esperanza en parte alguna.
Gustave Flaubert
Vivid vuestras horas, vuestros minutos.
Hermanos Goncourt
La justicia se defiende con la razón y no con las armas. No se pierde nada con la paz y puede perderse todo con la guerra.
Juan XXIII
¡Despreocupado estaba el amor y entonces llegaron los problemas!
Khaled Hosseini
Los hombres siempre se empeñan en ser el primer amor de una mujer. Las mujeres prefieren ser la última novela de un hombre.
Montaña de versos, brazada de sueños ardiendo, tú sobre mi sexo.
Pablo de Rokha
La elegancia es cuestión de esqueleto.
Pitigrilli
No es lo mismo predicar que dar trigo.
Proverbio
No tiene sentido que mi país comercie con Corea del Norte y China y no con Cuba.
Steven Spielberg
El autor de este nombre cristianos fue Cristo, el cual, imperando Tiberio, había sido ajusticiado por orden de Poncio Pilato, procurador de la Judea.
Tácito