Los hombres siempre se empeñan en ser el primer amor de una mujer. Las mujeres prefieren ser la última novela de un hombre.
Oscar Wilde
Hoy quiero jugar todo el partido, hoy renunciaré al tiempo perdido.
Amaia Montero
Occidente grita: ¡Ven aquí, aquí estoy yo! ¡Mírame! ¡Escucha cuánto puedo sufrir y amar! ¡Cuán deprimido y feliz puedo ser! ¡Yo! ¡Yo! ¡Yo! ¡Yo! Y el Este no dice nada sobre sí mismo. Disuelto completamente en Dios, en la naturaleza, en el tiempo, recuperándose a sí mismo de nuevo en cada cosa. Capaz de descubrir todo en sí mismo.
Andréi Tarkovski
Si quieres el mejor futuro utiliza la única opción sobre la que tienes el poder absoluto: tu actitud.
David Valois
Un hombre con los pies en el suelo... hasta que lo cuelguen.
Groucho Marx
Un verdadero espíritu de rebelión es aquel que busca la felicidad en esta vida.
Henrik Ibsen
Grande fue su riqueza, pero más grande era su corazón.
John Dryden
La falta de capacidad de las instituciones condujo a una total parálisis del Estado, frente a un vacío de poder incapaz de dinamizarlo.
Jorge Rafael Videla
Sí, se puede amar de incontables maneras, por indefinibles motivos y por tiempo infinito. Y también se puede amar un solo instante.
Mercedes Pinto Maldonado
No somos hombres, y no nos obligamos los unos a los otros sino por la palabra dada.
Michel de Montaigne
Hay cosas impagables: ni el amor, ni la tierra, ni una risa pueden ser compradas.
Patrick Rothfuss
En este estudio sólo hay espacio para una reina histérica.
Rami Malek
Pocos son los escritores que renuncian. Jugamos a creernos inmortales. Nos equivocamos en el juicio de nuestras propias obras y en el juicio siempre impreciso de las obras de los demás. Nos vemos en el Nobel, dicen los escritores, como quien dice: nos vemos en el infierno.
Roberto Bolaño
Soy de opinión que los malvados son siempre menos fuertes para hacer daño, cuando, en vez de aguardarlos, nos encaramos osadamente con ellos.
Rodolphe Töpffer
Siempre tan necios andáis que, con desigual nivel, a una culpáis por cruel y a otra por fácil culpáis.
Sor Juana Inés de la Cruz
Los humildes, los mansos, los misericordiosos, los justos, los piadosos, los devotos pertenecen a una misma religión; y cuando la muerte los despoje de su máscara, se reconocerán los unos a loa otros, a pesar de las diversas libreas que aquí les hace mutuamente extraños.
William Penn