El misterio del amor es más profundo que el misterio de la muerte.
Oscar Wilde
Si atropella es malo, pero si recula es pior.
Abel Soria
Vivir es no estar seguro, no saber nada acerca del próximo momento. En el momento en que sabes comienzas a morir un poco. El artista nunca sabe por completo; adivina. Tal vez nos equivocamos, pero damos salto tras salto en la oscuridad.
Agnes De Mille
Facebook es como un gran condominio, de hecho cada tanto hay alguien que sacude su alfombra en tu muro.
Andrea Mucciolo
Del silencio y de la paz interior brotan las ideas que gritarán a las conciencias.
César Fernández García
Prefiero una locura que me entusiasme a una verdad que me abata.
Christoph Martin Wieland
Libertad es poder decir sí o no; lo hago o no lo hago, digan lo que digan mis jefes o los demás; esto me conviene y lo quiero, aquello no me conviene y por tanto no lo quiero. Libertad es decidir, pero también, no lo olvides, darte cuenta de que estás decidiendo. Lo más opuesto a dejarse llevar, como podrás comprender.
Fernando Savater
Nuestra meta es hacer de la responsabilidad, la justicia y el trabajo, las piedras angulares del Estado Dominicano. Nos sentimos orgullosos de nuestro récord pero hoy aspiramos al futuro.
Francisco Domínguez Brito
La defensa no está expresamente permitida por la ley; la justicia se limita a sufrirla y hasta se pregunta si el articulo del código que parece tolerarla, la tolera realmente.
Franz Kafka
Con todas las fuerzas en contra, perseverar. Jamás doblegarse. Mostrarse fuerte atrae el auxilio de los dioses.
Goethe
Se madura y evoluciona cuando se hace autocrítica y se acepta la crítica constructiva.
Jorge González Moore
Entraré en la nada y me disolveré en ella.
José Saramago
Hay algunos hombres que no dicen lo que piensan y otros que piensan demasiado lo que dicen.
Mariano José de Larra
La felicidad ininterrumpida aburre: debe tener alternativas.
Molière
Nunca se debe hacer nada de lo que no se pueda hablar después de cenar.
Dios creó el desierto para que el hombre pudiera sonreir al ver las palmeras.
Paulo Coelho