A veces pienso que Dios creando al hombre sobreestimó un poco su habilidad.
Oscar Wilde
Los deseos son como los peldaños de una escalera, que cuanto más subes, tanto menos contento te hallas.
Arturo Graf
Familiarizada la sociedad con su lepra, ya ni siquiera se rasca, porque ya no le escuece.
Benito Pérez Galdós
Hablar. Esto significa emplear una cierta sintaxis, poseer la morfología de ésta o aquella lengua, pero, fundamentalmente, es asumir una cultura, soportar el peso de una civilización.
Frantz Fanon
El hombre que ama con normalidad bajo el sol, adora frenéticamente bajo la luna.
Guy de Maupassant
Si en vez de a Isozaki se le hubiera dado la obra a Calatrava, tampoco habría habido ningún problema. Si la pasarelita de ahora, en vez de hacerlo Isozaki, la hace Calatrava, tampoco habría habido ningún problema. En el fondo, es una cuestión de dinero, porque éstos son unos peseteros del carajo.
Iñaki Azkuna
A veces resulta imposible lo más decisivo, lo que más nos ha afectado, y guardar silencio es lo único que nos salva en lo malo, porque las explicaciones suenan casi siempre algo tontas respecto al daño que uno hace o le han hecho.
Javier Marías
Nuestra disposición a ser incomprendidos, nuestra orientación al largo plazo y nuestra tolerancia a fallar de manera reiterada son las tres partes de nuestra cultura que hacen posible que hagamos las cosas que hacemos.
Jeff Bezos
Tú eres como ese anillo: una joya, valiosa y única. Y como tal, sólo puede evaluarte un verdadero experto. ¿Por qué vas por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?
Jorge Bucay
Para qué tractores sin violines.
José Figueres Ferrer
La perfección del que imparte órdenes es ser pacífico; del que combate, carecer de cólera; del que quiere vencer, no luchar; del que se sirve de los hombres, ponerse por debajo de ellos.
Lao-Tse
En la historia del dinero han desempeñado un papel particularmente importante aquellas variaciones en el valor de cambio objetivo del dinero que surgieron como consecuencia de un aumento en la cantidad de dinero, cuando su demanda permanecía constante o al menos no aumentaba en la misma amplitud.
Ludwig von Mises
En las gotas de rocío ataré mi obi como de costumbre en un día agonizante.
Mitsuhashi Takajo
Especie de misericordia es matar de súbito.
Séneca
Apresúrate lentamente.
Suetonio
Así era Venecia, la bella insinuante y sospechosa; ciudad encantada de un lado, y trampa para los extranjeros de otro, en cuyo aire pestilente brilló un día, como pompa y molicie, el arte, y que a los músicos prestaba sones que adormecían y enervaban.
Thomas Mann