La mentira, es decir, el relato de las bellas cosas falsas, constituye el fin mismo del arte.
Oscar Wilde
En España, donde hay ladrones tan poéticos, tan caballerescos, que casi son los únicos caballeros del país.
Benito Pérez Galdós
Dentro de un milenio nuestra época se recordará como el tiempo en que nos alejamos por primera vez de la Tierra y la contemplamos desde más allá del último de los planetas, como un punto azul pálido casi perdido en un inmenso mar de estrellas.
Carl Sagan
Lo peor es morir; estar muerto, lo mejor.
Edmond Thiaudière
Creo firmemente que el potencial impacto de la computadora en las matemáticas en general será tan profundo en el siglo por venir como lo ha sido la influencia de la física en el análisis en el siglo pasado.
Edsger Dijkstra
Si te colocas en el trabajo duro, obtienes grandes resultados. Una vez que subo al ring, tengo grandes resultados.
Floyd Mayweather
Si quieres hacerte una idea de cómo será el futuro, imagina una bota aplastando un rostro humano incesantemente.
George Orwell
Escribo por la misma razón que respiro... porque si no lo hiciera, moriría.
Isaac Asimov
No se puede conseguir una imagen del universo entero salvo estudiando todo el universo.
La libertad es un cuento si no se lucha por ella no solo por las estrellas tiene luz el firmamento.
José Larralde
Los demás hombres son dueños de su fortuna; el avaro es esclavo de la suya.
Juvenal
Nuestro papel no es hablar al pueblo sobre nuestra visión del mundo, o intentar imponerla a él, sino dialogar con el sobre su visión y la nuestra. Tenemos que estar convencidos de que su visión del mundo, manifestada en las diversas formas de su acción, refleja su situación en el mundo en el que se constituye.
Paulo Freire
El necio cree dar gusto y causa tedio.
Ramon Llull
Los tópicos son las grandes verdades poéticas.
Robert Louis Stevenson
Arranqué un ramo de flores, se lo regalé a mi amante, dijo que no las quería, que estaban mejor antes.
Roberto Iniesta
El color es un medio para ejercer influencia directa sobre el alma: el color es la tela, el ojo el macillo, y el alma es el piano con sus cuerdas.
Vasili Kandinski