En Estados Unidos me conocen como el gran Ringo y yo tengo que asumir ese papel. Me costó muchos años ganarme un lugar. Ahora es bueno que recoja algo.
Oscar Bonavena
He dicho muchas veces que toda la desgracia de los hombres proviene de no saberse estar quietos en su casa.
Blaise Pascal
¡Acá dicen que los argentinos descienden de los barcos! Es un crisol de razas donde encontrás a los italianos, los españoles, franceses, polacos, la América indígena... Es una mezcla muy importante que tiene en el Tango su expresión más acabada.
Caloi
UNIX es muy simple, solo que se necesita ser un genio para entender su simplicidad.
Dennis Ritchie
La primavera es quizás una mano en la ventana, cuidadosamente acá y allá moviendo nuevas y viejas cosas mientras todos miran absortos cuidadosamente moviendo una quizá fracción de flor aquí colocando una pulgada de aire ahí y sin romper nada.
E. E. Cummings
Liberación nacional, renacimiento nacional, restitución de la nación al pueblo, Commonwealth, cualesquiera que sean las rúbricas utilizadas o las nuevas fórmulas introducidas, la descolonización es siempre un fenómeno violento.
Frantz Fanon
Hay tontos que fingen ser sabios y sabios que fingen ser tontos, pero tú eres el primer caso que he conocido de un tonto que finge ser un tonto.
Herodes Agripa I
Madrid yace envuelto en sueño, todo al silencio convida.
José de Espronceda
Hay hombres que tienen el genio en el cuerpo; otros lo tienen en el alma.
Joseph Joubert
Es propio del varón sabio, luego de haber dispuesto lo que está en su mano con toda la posible industria y diligencia, de mostrarse resignado con lo que se le diere la fortuna.
Juan Luis Vives
Todo comienza con el ensueño de alguien.
Larry Niven
Es sencillo prometer lo imposible.
Martin Hayter Short
Pocos hombres han existido que hayan sido admirados por sus familiares.
Michel de Montaigne
Como un rascacielos, como un cocotero, así de bonita eres tu.. de Brujita, Miedo al zumbido de los mosquitos.
Nacho Vegas
Al contacto del amor todo el mundo se vuelve poeta.
Platón
Yo, que no sé nada, sé que mis ojos están abiertos, porque las lágrimas no dejan de caer.
Samuel Beckett