Los niños eran las primeras víctimas de la inmoralidad que conllevaba el desplome de las grandes civilizaciones y el derrumbe de las memorias.
Orhan Pamuk
Los hombres muy enamorados esperan del matrimonio una felicidad tan extraordinaria que a menudo se sienten defraudados.
André Maurois
Cuando te vuelvas senil, no lo sabrás.
Bill Cosby
La cuestión sería combatir las causas y no conformarse con tener éxito en suprimir efectos. Esta revolución fracasará si no logra sacudir el aislamiento espiritual de los indígenas, si no ¿para qué?
Che Guevara
El pudor es un sólido que sólo se disuelve en alcohol o en dinero.
Enrique Jardiel Poncela
No canto por cantor, sino que digo por hombre.
Facundo Cabral
Los espíritus mediocres condenan ordinariamente cuanto se halla fuera de su alcance.
François de La Rochefoucauld
Como en la televisión, seguimos encadenados.
Jaime Garzón
Yo creo en el amor más que en mis ojos y más que en el poder y el entusiasmo.
Jorge Debravo
Esto es más que un crimen; es un desatino.
Joseph Fouché
Aquellos hombres que están libres de prejuicios comunes, adquieren otros.
Marlene Dietrich
Con las leyes pasa como con las salchichas, es mejor no ver como se hacen.
Otto von Bismarck
La gente no perdía el tiempo, se aferraba a unas pocas casualidades y fundaba sobre ellas su existencia.
Paolo Giordano
Los ladrillos saben esperar.
Ramón Gómez de la Serna
La naturaleza concede libertad hasta a los animales.
Tácito
La caridad empieza en casa, pero no termina allí.
Thomas Fuller