Lo que nos une es que ambos hayamos bajado el listón en nuestras expectativas de la vida.
Orhan Pamuk
Ninguna fortaleza es tan inexpugnable que no puede entrar en ella un mulo cargado de oro.
Alejandro Magno
El amor es como el agua: si no hay algo que lo conmueva, se corrompe.
Arturo Graf
A otros, en cambio, Cristo los llama a seguirlo más de cerca en el sacerdocio o en la vida consagrada. Qué hermoso es saber que Jesús te busca, se fija en ti y con su voz inconfundible te dice también a ti: ¡Sígueme!
Benedicto XVI
¿Amas la vida? Pues no malgastes el tiempo que es la tela de la vida.
Benjamin Franklin
El deseo de privilegio y el gusto por la igualdad, pasiones dominantes y contradictorias de los franceses de toda época.
Charles de Gaulle
¿Qué respondía el oráculo de Delfos cuando se le preguntaba cuáles eran los ritos o cultos más aceptables para los dioses? Aquellos que están legalmente establecidos en cada ciudad.
David Hume
No será difícil que Valdano y Zidane estén conmigo.
Florentino Pérez
... declaraba que censurar y alabar son operaciones sentimentales que nada tienen que ver con la crítica.
Jorge Luis Borges
La evolución de la vida ya no es una teoría. Es un hecho.
Julian Huxley
La peor lucha es la que no se hace.
Karl Marx
¡No me importan los motivos económicos ni las finalidades utilitarias! Pero. ¡Oh... SI...¡ La blanca altivez de las montañas, que invaden el horizonte bajo un azul absorto y sin arrugas.
Luis Alberto Costales
A condición de comprender que París, Londres, Guanajuato, Florencia, Buenos Aires, Moscú, etcétera, se convertirán inevitablemente en maravillosos o funestos según tu estado interior. Puedes ir de acá para allá, pero mientras tú no estés bien, nada de lo que te rodea lo estará.
Remedios Varo
O aprendes a querer la espina o no aceptes rosas.
Ricardo Arjona
El camino voluntario y soberano hacia la alegría, si perdemos la alegría, consiste en proceder con alegría, actuar y hablar con alegría, como si esa alegría estuviera ya con nosotros.
William James
Los grandes sufrimientos se exacerban a la vista de los que podrían aliviarlos.
William Shakespeare