El pueblo turco no debe contemplar en sus museos malas imitaciones de la pintura occidental sino su propia vida. Nuestros museos no deben mostrar las aspiraciones de nuestros millonarios de sentirse occidentales, sino nuestra vida. Mi museo es toda nuestra vida, la de Füsun y la mía, todo lo que hemos vivido, y todo lo que le he contado es verdad, Orhan Bey.