Una criatura pequeña, por supuesto, no necesita un cerebro tan grande como un animal mayor de la misma categoría mental. Un cuerpo más desarrollado requiere un cerebro también mayor, sólo para gobernar la maquinaria.
Olaf Stapledon
Entiendo que te fueras y ahora pago mi condena, pero no me pidas que quiera vivir.
Amaia Montero
Mentimos una vez más, no cantamos la verdad en nuestra vida real, siempre fuimos decadentes, tuvimos la libertad apretada entre los dientes.
Andrés Calamaro
¿Escribo de causas y no describo los efectos? Escribo la historia de una carencia, no la carencia de una historia.
Andrés Rivera
Siempre que lo que se disputa en el juego no es ni el amor ni el odio, las mujeres juegan torpemente.
Friedrich Nietzsche
Un buen plan hoy es mejor que uno perfecto mañana.
George Patton
No interesa lo pequeño que parezca el comienzo.
Henry David Thoreau
La lucha es un deporte muy emocionante y no quiero perder el tiempo en hacer teatro.
Holly Holm
Su entusiasmo, su intensidad, la fe en usted mismo, la paciencia con usted mismo y con otros, y la emoción infantil acerca de su futuro ilimitado es el resultado de una simple palabra: actitud.
Jim Rohn
No hay amor sin instinto sexual. El amor usa de este instinto como de una fuerza brutal, como el bergantín usa el viento.
José Ortega y Gasset
Una ciudad se hace un mundo cuando uno ama a uno de sus habitantes.
Lawrence Durrell
¡Yo no tengo nada que ver con una bomba!
Lise Meitner
... de la fortuna depende la mitad de nuestras acciones, pero nos deja dirigir la otra mitad o algo menos...
Nicolás Maquiavelo
Para componer, sólo tienes que recordar una melodía que no se le haya ocurrido antes a nadie.
Robert Schuman
Fuérzate a hacer más y a experimentar más -prosiguió Julián-. Utiliza tu energía para ensanchar tus sueños. Sí, ensancha tus sueños, John. No aceptes una idea mediocre cuando tienes un potencial infinito dentro de la fortaleza de tu mente. Atrévete a apelar a tu grandeza.
Robin S. Sharma
Nuestras discordias tienen su origen en las dos más copiosas fuentes de calamidad pública: la ignorancia y la debilidad.
Simón Bolívar