La verdadera riqueza está en el corazón, no en la cartera.
Og Mandino
Ante Dios y el mundo, el más fuerte tiene el derecho de hacer prevalecer su voluntad ¡Al que no tiene la fuerza, el derecho en sí no le sirve de nada! Toda la naturaleza es una formidable pugna entre la fuerza y la debilidad, una eterna victoria del fuerte sobre el débil.
Adolf Hitler
En el teatro, tienes que ser consciente de todo tu cuerpo, ya que implica la resistencia. Se trata de dos horas y media y una liberación sostenida de energía, tal vez por seis meses.
Alan Rickman
Nuestros legisladores votarán por sus pueblos y si desconocen sus orígenes, los hombres del campo les enseñaremos a legislar.
Alfredo de Angeli
Timing es money.
André Kostolany
Y es que hay cosas que bajo ningún concepto pueden salir de uno mismo.
Haruki Murakami
El éxito empresarial no se basa en predicciones grandilocuentes; es el resultado de la capacidad para responder rápidamente a cambios reales a medida que éstos tienen lugar.
Jack Welch
Trato de aplicar colores como palabras que forman poemas, como notas que forman música.
Joan Miró
Es verdad que optamos por la risa en casi todas las situaciones, con excepción de una que otra visita al dentista.
Joseph Heller
Bendito Aquel en Cuyas manos está el reino, y Aquel que tiene poder sobre todas las cosas, que creó la muerte y la vida con las que puede ponerte a prueba.
Khaled Hosseini
La ópera es un espectáculo de pasión en el que el público no tiene vergüenza en pelearse por un si bemol.
Lluis Pascual
Sé celoso de tu tiempo, porque es tu mayor tesoro.
El hombre es un ser de relaciones y no sólo de contactos, no sólo está en el mundo, sino con el mundo. De su apertura a la realidad, de donde surge el ser de relaciones que es, resulta esto que llamamos estar con el mundo.
Paulo Freire
¿De dónde sacará el dinero la luna para salir todas las noches?
Riki López
Los amantes son como el atardecer y el amanecer: hay ese tipo de cosas todos los días pero muy rara vez los ven.
Samuel Butler
La felicidad pasa tan deprisa que no deja huella, salvo en el caso de las obras de la imaginación.
Sarah Bernhardt