Cada poema es único. En cada obra late, con mayor o menor grado, toda la poesía. Cada lector busca algo en el poema. Y no es insólito que lo encuentre: Ya lo llevaba dentro.
Octavio Paz
¡Quién necesita piedad, sino aquellos que no tienen compasión de nadie!
Albert Camus
Así pues, está claro que no existe un cuerpo infinito, tanto para los que estudian cada cuerpo en particular, como para los que que investigan en general,...
Aristóteles
Si las mujeres no existieran, todo el dinero del mundo no tendría sentido.
Aristóteles Onassis
No hay nada tan peligroso como la impunidad, amigo mío, es entonces cuando la gente enloquece y se cometen las peores bestialidades, no importa el color de la piel, todos son iguales.
Isabel Allende
Qué bello, mar, morir en ti cuando no pueda con mi vida.
José Hierro
La burguesía produce, ante todo, sus propios sepultureros. Su hundimiento y la victoria del proletariado son igualmente inevitables.
Karl Marx
¡Soldados! Desde lo alto de estas pirámides, cuarenta siglos os contemplan.
Marlene Dietrich
Convengamos en que es completamente imposible que el alma pueda existir sin el cuerpo, y viceversa.
Marqués de Sade
Tenía algo de esa enervante característica que hace que un joven se convierta en no conformista por gusto y descubrió que la forma más segura de escandalizar a la mayoría de la gente en esa época, en aquel tiempo, era creer que algunos comportamientos eran malos y otros buenos, y que era razonable vivir la vida de esa forma.
Neal Stephenson
Para el dibujo se necesita una cultura general amplia, hay que tener conocimientos de historia, psicología, arquitectura. No basta saber inventar diálogos...
Pepo
Aprendan a soñar aquellos que aspiran a ser millonarios.
Rodrigo Mauregui
Para poder entrar en el cielo, primero hay que morirse.
Rosa Montero
Sé rápido como el trueno que retumba antes de que hayas podido taparte los oídos, veloz como el relámpago que relumbra antes de haber podido pestañear.
Sun Tzu
La educación y la cortesía abren todas las puertas.
Thomas Carlyle
Mientras yo iba reflexionando al caminar, se me ocurrió que los seres humanos son unas extraordinarias e inteligentes marionetas articuladas. Aunque estén suspendidos por hilos, pueden saltar, caminar, hablar. ¡Cuán magníficamente están concebidos! Pero de aquí al próximo festival budista, pueden morir y venirnos a visitar bajo forma de espíritus. ¡Qué existencia más vana! La gente siempre parece olvidarlo.
Yamamoto Tsunetomo