Yo no creo en la astrología. Las únicas estrellas que puedo culpar de mis fracasos son las que caminan sobre el escenario.
Noël Coward
Lágrimas de mujer, fuente de malicia.
Anónimo
En preguntar lo que sabes el tiempo no has de perder... Y a preguntas sin respuesta ¿quién te podrá responder?
Antonio Machado
En seguida descubro la botina, la media, y... Reconstruyo los cuerpos, consumidos por hermosas fiebres. Ellas me encuentran gracioso y hablan entre sí, muy quedo... Y mis deseos brutales se cuelgan de sus labios.
Arthur Rimbaud
Fue siempre todo en Ella tan luciente, que nadie, suspirando dulcemente, podrá olvidar su gracia arrobadora.
Dante Alighieri
La mayoría de los hombres que rodeaban entonces a Perón creyeron que yo no era más que una simple aventurera. Mediocres al fin, ellos no habían sabido sentir como yo quemando mi alma, el fuego de Perón, su grandeza y su bondad, sus sueños y sus ideales. Ellos creyeron que yo calculaba con Perón, porque medían mi vida con la vara pequeña de sus almas.
Eva Perón
La guerra es característica y propia de la civilización.
Gustavo Bueno
El viejo río fluía a la caída del día en todo su cauce, después de siglos de servicios prestados a la raza que poblaba sus márgenes, en la tranquila dignidad de un curso de agua que lleva a los confines de la Tierra.
Joseph Conrad
El problema de los sistemas es esencialmente el problema de las limitaciones de los procedimientos analíticos en la ciencia.
Ludwig Von Bertalanffy
Más vale engañarse con todo el mundo, que ser el único poseedor de la verdad.
Madeleine de Puisieux
No hay nada tan apacible como las esposas infieles, pues ponen tanto empeño en ocultar sus propios pasos que vigilan los del prójimo infinitamente menos que las mojigatas.
Marqués de Sade
Gracias a ti Don Corleone. (a Don Francisco, Teletón Chile 2010)
Michael Patton
Él conocía el momento psicológico preciso en que no tenía que decir nada.
Oscar Wilde
La paz no es una característica del modelo actual de la práctica económica.
Peter Joseph
La moderación en el temperamento es siempre una virtud, pero la moderación, en los principios, es siempre un vicio.
Thomas Paine
Nuestras palabras no son más que migas que caen del banquete de la mente.
Yibrán Jalil Yibrán