Los juramentos de amor son como los votos de los maridos: se olvidan pasada la tormenta.
Noah Webster
Cataluña es una comunidad autónoma de España, no una nación sin Estado.
Albert Rivera
Si fuera tres centímetros más alto sería el mejor mediocentro de Gran Bretaña. Su padre mide 1,85. Yo señalaría al lechero. (sobre Gary Neville)
Alex Ferguson
No hay otra tontería mas perniciosa que haya inventado el hombre que los tratados comerciales.
Benjamin Disraeli
Piensa en lo peor que te podría suceder y después da gracias a Dios por lo bien que estás.
Dale Carnegie
Me había convertido en un esclavo preso en las redes del opio, y mis trabajos y mis planes cobraron el color de mis sueños.
Edgar Allan Poe
La vida (mía) es como si me golpeasen con ella.
Fernando Pessoa
El alemán posee libertad de opinión, por eso no advierte cuando le faltan la libertad de gusto y la de espíritu.
Goethe
Las necesidades de esas personas son mayores que las de nosotros.
Ignacio Ramírez
Cuando hagas algo noble y hermoso y nadie se de cuenta, no estés triste. El amanecer es un espectáculo hermoso y sin embargo la mayor parte de la audiencia duerme todavía.
John Lennon
La felicidad no consiste en el amor propio.
Joseph Butler
Lo que quieras que otros no digan, tú lo has de callar primero.
Juan Luis Vives
La literatura es una rama de la Física, ¿no lo sabía? Bueno, más precisamente puede decirse que es una rama de la Cosmología. La literatura construye modelos de Universo.
Leo Maslíah
Y eso es el cine. Nada más que una prolongación de la infancia donde todo el mundo quiere ser más libre, todos quieren ser poderosos, todos quieren ser tan irresistiblemente atractivos que no se pueda aguantar. O todo el mundo quiere tener camaradería y ser comprendido.
Marlon Brando
Todas las guerras provocan un terrible desorden y no hacen sino malgastar vidas y cosas. La humanidad lleva miles de años de guerras y, sin embargo, parece que cada vez se empiece desde el principio, como si se tratase de la primera guerra en la historia.
Ryszard Kapuściński
Tenemos dos orejas y una sola boca, justamente para oír más y hablar menos.
Zenón de Citio