Mi alma entera es un grito, y toda mi obra es el comentario sobre ese grito.
Nikos Kazantzakis
¿Como diablos puede un ser humano disfrutar que un reloj alarma lo despierte a las 5:30 am para brincar de la cama, sentarse en el escusado, bañarse y vestirse, comer a la fuerza, cepillarse los dientes y cabello y encima luchar con el trafico para llegar a un lugar donde usted, esencialmente hace montañas de dinero para alguien mas, y encima si le preguntan, debe mostrarse agradecido por tener la oportunidad de hacer eso?
Charles Bukowski
Muchos han argumentado que el vacío no existe, otros afirman que sólo existe con dificultad a pesar del rechazo de la naturaleza; No conozco a nadie que afirme que existe fácilmente sin ninguna resistencia por parte de la naturaleza.
Evangelista Torricelli
Si una renuncia origina resentimiento, el sacrificio ya no tiene valor.
Giovanni Guareschi
La indiferencia ante los problemas morales es la enfermedad de las clases ilustradas.
Henri-Frédéric Amiel
La conciencia es el mejor juez que tiene un hombre de bien.
José de San Martín
Creedme. Yo estaré con vosotros en la fatiga de todos los ocasos...
Luis Alberto Costales
La música constituye el mejor alivio para un hombre preocupado. Gracias a ella el corazón vuelve a estar contento, se reconforta y se renueva.
Martín Lutero
No hay carga más pesada que una mujer liviana.
Miguel de Cervantes
Los sabios son los que buscan la sabiduría; los necios piensan ya haberla encontrado.
Napoleón Bonaparte
Y hay que caminar hacia la hora perfecta con la cabeza erguida y el ritmo justo que da compás a los sueños...
Pepe Rubianes
La función de la empresa es crear clientes.
Peter F. Drucker
No hay mas que un dolor, estar solo.
Publilio Siro
Solamente este catolicismo nos salva del nazismo.
Sigmund Freud
No envidiéis al rico. El rico no conoce ni la amistad ni el amor; todo lo que tiene es alquilado.
Taras Shevchenko
En realidad, el matrimonio podía ser para mí algo de extrema importancia, de una importancia capaz de ponerme los pelos de punta...
Yukio Mishima