El software se ralentiza mas rápidamente de lo que el hardware mejora.
Niklaus Wirth
Hay una razón por la que nadie me ha visto jamás en minifalda. Soy como todo el mundo: no creo que tenga un cuerpo bonito.
Angelina Jolie
¿A dónde fueron los albañiles la noche que terminaron la Muralla China?.
Bertolt Brecht
... nosotros no somos la sede de Cristo, sino la sentina de Satanás;...
Erasmo de Róterdam
Vosotros miráis hacia arriba cuando ansias elevaros; yo miro hacia abajo, pues estoy elevado.
Friedrich Nietzsche
Cuando un hombre rebaja su talento únicamente para ponerse al nivel del lector, comete un pecado mortal que éste no le perdonará nunca, suponiendo, por supuesto, que se dé cuenta de ello. Puede uno decirle al hombre cosas atroces, pero enalteciendo su vanidad.
La soledad es peligrosa: cuando estamos solos mucho tiempo, poblamos nuestro espíritu de fantasmas.
Guy de Maupassant
En medio de aquel sol abrasador, di de beber a unos, refresqué con agua las heridas de otros y consolé a los agonizantes, a quienes sus propios compañeros empujan con el pie porque estorbaban el paso.
Henri Dunant
Felices son los que se lamentan, puesto que ellos serán consolados.
Jesús de Nazaret
No desees la vida mundanal y Dios te amará, y no desees lo que la gente tenga, y la gente te amará
Mahoma
¿Cómo podéis ser verdaderamente únicos, si existe en vosotros la menor huella de dependencia, la menor cosa que no sea Vosotros y nada más que Vosotros? ¡Mientras permanezcáis encadenados unos a otros, no podréis hablar de Vosotros en singular, mientras os una un lazo, seguís siendo un plural; de vosotros doce hacéis la docena, mil formáis un pueblo y algunos millones la Humanidad!
Max Stirner
¿Me achacaríais como delito rechazar a una solterona cuando Vuestra Excelencia se permite soplarnos a todas las jóvenes?
Pierre-Augustin de Beaumarchais
El Estado no es más que una de las formas revestidas por la sociedad en el curso de la historia.
Piotr Kropotkin
Juan Palomo: yo me lo guiso y yo me lo como.
Proverbio
Es tan racional que usa solamente las ilusiones de otros.
Valeriu Butulescu
Señor, ábrele los ojos al rey de Inglaterra.
William Tyndale