Tú sola mi beldad, sola mi amante única antorcha que mis pasos guía, tú sola enciendes en el alma fría una sombra de amor... Páraste a veces a escuchar mi llanto y desciende en tus rayos amoroso un espíritu vago, misterioso, que responde a mi voz.
Nicomedes Pastor Díaz
El mundo es nuestro si así lo queremos.
Demi Lovato
Para borrar nuestras faltas a los ojos de los hombres son precisos torrentes de sangre; pero ante Dios una sola lágrima basta.
François-René de Chateaubriand
Esta es la más refinada sutileza del sistema: inducir conscientemente a la inconsciencia, y luego hacerse inconsciente para no reconocer que se había generado un acto de autosugestión.
George Orwell
Los hombres hacen las leyes; las mujeres, las costumbres.
Jacques Antoine Hippolyte de Guibert
Norma es de la amistad, que cuando la desconfianza entra por el portal, el amor se escapa por la poterna.
James Howell
Te he dicho que he perdido la fe -contestó Stephen- pero no que haya perdido el respeto a mí mismo. ¿Qué clase de liberación sería esa de abandonar un absurdo que es lógico y coherente para abrazar otro ilógico e incoherente?
James Joyce
Aunque mentir es una práctica universal, no recuerdo haber oído tres buenas mentiras en toda mi vida ni aun en aquellos que más celebrados eran por esta facultad.
Jonathan Swift
La inflación es el ladrón más sutil y eficiente.
Jorge González Moore
Cuando uno es sencillo (en su habla, en sus actos, incluso en su poesía) corre el incómodo riesgo de ser tomado por tonto.
Mario Benedetti
Esta es una triste pérdida no sólo para el deporte, sino también para nuestro país. No hay nadie a su nivel en Fórmula 1. Él fue el mejor piloto, muy determinante y es una tristeza perderlo.
Nelson Piquet
En tu armonioso silencio, ¡oh campana! suspira y gime todavía el eco sonoro de las sombrías edades gloriosas. Tus mágicas oscilaciones hacen vibrar en nuestros corazones, dolientes y soñadoresrecuerdos nostálgicos, tan dulces, que nos hacen llorar.
Nérée Beauchemin
El amo y el muro, cuanto más lejos, más seguro.
Pablo Castellano Cardalliaguet
¡Cuánta oscuridad difunde en nuestro espíritu una gran felicidad!
Séneca
Nunca falta al avariento razón para negar.
Quien no sabe tener bajo su poder de fascinación a una mujer hasta el punto de que ella no vea nada, a no ser aquello que queremos que ella vea; quien no sabe infiltrarse en su ser de modo que obtenga todo lo que quiera; quien no sea así, es un hombre que no vale para nada.
Søren Kierkegaard