Todo aquel que pierde a alguien quiere revancha en Dios si no la pueden encontrar en cualquier otro.
Nicole Kidman
La edad verdadera está en el estómago y en la cabeza. Las arrugas son tan sólo fruto de las preocupaciones y de comer mal.
Albert Espinosa
Una tiranía ilustrada, por muy ilustrada que sea, siempre es una tiranía.
Arturo Pérez-Reverte
Me encanta el imaginario de la lucha. A veces desearía estar sufriendo por una buena causa, o arriesgando mi vida por el bien de los demás.
Christopher Eric Hitchens
Ha sido muy difícil, espero que hayamos superado la barrera del sonido.
Felix Baumgartner
Jamás pretendí proponer romper el nervio revolucionario, ya que dije que la Constitución debía dormir mientras el pueblo estuvo ocupado golpeando a sus enemigos.
Georges-Jacques Danton
Cuando una mujer bella elogia la belleza de otra, puede estar segura de que es más hermosa que la elogiada.
Jean de la Bruyere
Se cree uno feliz cuando cree dirigirse hacia lo que cree amar.
Jean Rostand
Cuando se está en quinto o sexto de bachillerato o se es un poco revolucionario o no se es nada.
José María Aznar
Muchas cosas ocurren sin ser vistas.
León Gieco
La ingratitud atemoriza al mundo.
Luis Alberto Costales
Para purgarse de la propia infelicidad, el público se convierte en un espectador sediento de sangre, y cada uno saca de la violencia el bálsamo de la piedad, la atracción del sadismo o el remedio del dolor.
Manuel Vicent
Esto es único, impagable. Estaré agradecido a Diego y a su cuerpo técnico, me mantiene con ganas y peleando sabiendo que hay tantas figuras adelante mío. Es una alegría única tener este escudo y representar a nuestro país.
Martín Palermo
El pobre honrado, si es que puede ser honrado el pobre...
Miguel de Cervantes
Un lenguaje de piedras, ya que sabe que a lo largo de la vida una piedra dará lugar a otra piedra para construir una pared y sabe que todas esas piedras edificarán la abrumadora suma de detalles.
Paul Auster
El mundo es un telón de teatro tras el cual se esconden los secretos más profundos.
Rainer Maria Rilke