... el desprecio nace cuando al príncipe se le considera inestable, superficial, afeminado, pusilánime e indeciso...
Nicolás Maquiavelo
Si tuviese mi mano cerrada llena de verdades, me guardaría muy bien de abrirla.
Bernard Le Bovier de Fontenelle
Ambos se preguntaban si habían sido las cartas que les había servido la vida, o si había sido el modo en que las habían jugado.
Carlos Ruiz Zafón
Podía verse el suave aliento húmedo, el aliento brillante y tranquilo que salía de las narinas trémulas extremadamente vivas y temblorosas de los caballos y yeguas en ciertas madrugadas frías.
Clarice Lispector
La única forma de ser seguido es corriendo más aprisa que los demás.
Francis Picabia
El destino no reina sin la complicidad secreta del instinto y de la voluntad.
Giovanni Papini
Si te quiere mal el mayordomo, no confíes en el amor del señor.
Jehuda Bonsenyor
Lo que unos inventan, el resto lo agranda.
Jonathan Swift
La gratitud es crimen cuando ataja el camino a la justicia.
José Echegaray
Enfurézcase quien quiera, con tal de que yo no sea hallado culpable de haber guardado un impío silencio; pues soy plenamente consciente de ser un deudor de la palabra divina, por grande que sea mi indignidad. Nunca se ha podido discutir en serio el verbo divino sin ocasionar peligro y derramamiento de sangre.
Martín Lutero
Un hombre sin subconsciente no es el compañero ideal. Se esconde la mayor parte de su vida en la oscuridad de algunos de sus propios pensamientos ocultos, y surge sólo para insultar, burlarse y aumentar la miseria de una miserable hora.
Pelham Grenville Wodehouse
Buenos dias princesa, no he parado de soñarte.
Roberto Benigni
Hay suicidios que son obras maestras.
Roberto Bolaño
Tú tienes que hacer un esfuerzo y recordar ese momento en el que cabe, por así decirlo, el significado de toda tu vida.
Salvador Elizondo
En ninguna parte se siente más la pobreza que en el destierro.
Séneca
Dice Shakespeare que nosotros somos unas criaturas que miran antes y después de sí, siendo lo más sorprendente que no miremos un poco en torno nuestro y contemplemos qué es lo que está pasando ante nuestros propios ojos.
Thomas Carlyle