Volved a emprender veinte veces vuestra obra, pulidla sin cesar y volvedla a pulir.
Nicolás Boileau
Quiero gloria y por ella abandono hoy mi patria, mañana mi felicidad, un día la vida. Quiero que digan: En esa isla nació un hombre que amó la verdad, que anhelaba la justicia, que buscaba la ventura de los hombres.
Eugenio María de Hostos
Llegamos a amar nuestro deseo, y no al objeto de ese deseo.
Friedrich Nietzsche
Podemos ignorar estas diferencias y suponer que todas nuestras mentes son iguales. O podemos tomar las diferencias entre ellas.
Howard Gardner
El matrimonio sin pasión es como la comida sin sal.
Isabel Allende
Un sacerdote dejaría de ser sacerdote si dejara de advertir a sus fieles qué es lo bueno y qué es lo malo.
James Joyce
Un poeta es siempre hijo de la paz y la ecología, a pesar de que las historias de la literatura universal están llenas de poetas que cantaron a la guerra.
Ko Un
Ya es hora de reunir todos los documentos, de editar todos los materiales y de proceder a su estudio.
León Trotski
Mi vida entera, mi alma entera, mi alcohol entero es soplar ese instrumento.
Louis Armstrong
El criterio de la verdad es el que funciona incluso cuando nadie está preparado para reconocerlo.
Ludwig von Mises
El ángel de los sueños me contó que, en un futuro, todos los niños aprenderán que un abrazo es la mejor arma para conquistar a otra persona.
Manuel Cubero Urbano
Era todo cariño, tan lejos del rencor, que a veces no recordaba por qué se había atado el hilo en el dedo.
Miguel Delibes
... un príncipe no debe tener otro objetivo ni otra preocupación, ni debe considerar como suya otra misión que la de la guerra...
Nicolás Maquiavelo
Así es como se conoce realmente a las personas. En sus reacciones ante lo inesperado.
Santiago Posteguillo
La mujer es un ser indefinible, porque es un ser ineducado.
Severo Catalina
Existe lo que se llama la actitud durante la tormenta. Cuando uno es sorprendido por una repentina tormenta, se puede o bien correr lo más aprisa posible o bien colocarse rápidamente bajo los aleros de las casas que bordean el camino. De todos modos nos mojaremos. Si uno ya estuviera preparado mentalmente a la idea de estar mojado, se estaría a fin de cuentas muy poco contrariado con la llegada de la lluvia. Se puede aplicar este principio con provecho en todas las situaciones.
Yamamoto Tsunetomo