Las buenas palabras, la sonrisa, y los hechos buenos, son los rayos del Sol, reflejados en el alma del hombre.
Nicolae Iorga
Mi vida se llenó de sombras desde que nos separamos: alma.
Aída Cartagena Portalatín
Las calles de esta colonia inventada contienen una aspiración no racial, sino cósmica. Las calles tienen nombres de galaxias.
Fabrizio Mejía Madrid
Mayor es la llama que dura ochenta años, que la que en vn día passa, y mayor la que mata vn ánima, que la que quema cient mill cuerpos.
Fernando de Rojas
Creedme; cosa divina es prestar; deber es una virtud heroica.
François Rabelais
No tengáis miedo del hombre libre: temed al esclavo, si llega a romper sus cadenas.
Friedrich Schiller
Si el líder dice de tal evento esto no ocurrió, pues no ocurrió. Si dice que dos y dos son cinco, pues dos y dos son cinco. Esta perspectiva me preocupa mucho más que las bombas.
George Orwell
Yo a los poemas los espero. Y eso es para mí estar sentado en este escritorio. Escucho música, leo, hablo con la gente, pero este es mi lugar donde esperar a la poesía, para que cuando venga me encuentre atento.
Hugo Mujica
No es posible esconder el amor a los ojos del amante.
John Crowne
Cuando los bancos corren el riesgo de quiebra, sus directivos se comportan de forma que se corre el riesgo de que los contribuyentes pierdan aún más dinero.
Joseph Stiglitz
Bueno, quizás me guste más el futbol que el baloncesto ¿Será por que no soy tan alto?
Justin Bieber
Tom se ha comprometido. - ¡Cuánto me alegro, Tom! ¿Y quién es la víctima?
Louisa May Alcott
No dudaba de que él haría cosas mejores, de que era inigualable, sabía que era más inteligente y creativo que nadie: en suma, era un joven cualquiera.
Orhan Pamuk
Yo vengo de donde nace el tonito cordobés, de ahí vengo. De Córdoba capital.
Rodrigo Bueno
Las flores que embalsaman el aire con su aroma hacen de cada hogar un verdadero santuario gnóstico.
Samael Aun Weor
Estoy ocupado, más ocupado que nunca y si tengo que esperar 30 o 40 segundos o más para cargar un juego, me desespera. Y, a veces simplemente no puedo esperar.
Satoru Iwata