Bueno de verdad, es solamente el que impide que se haga el mal en su alrededor.
Nicolae Iorga
A veces nos disponemos a estrellarnos y no lo sabemos, ya sea casual o deliberadamente, no hay nada que podamos hacer al respecto.
Brad Pitt
Todas las ideas de los dioses se remontan a las primeras etapas de la historia humana.
Chapman Cohen
El sufrimiento mismo se hace contagioso por la compasión.
Friedrich Nietzsche
La muerte no existe en contraposición a la vida sino como parte de ella.
Haruki Murakami
Afortunadamente estoy siguiendo un régimen de drogas bastante estricto para mantener la mente ya sabes, ágil.
Jeff Bridges
El objetivo es proporcionar la experiencia de Cuba, porque el ron es el sabor líquido de la isla y los habanos son el aroma. Así somos: suaves, agradables, dulces y hospitalarios, pero cuando llega a la garganta, fuertes y ardientes. Somos hospitalarios si se respeta nuestra cultura; si no, la fuerza del ron le recuerda que es capaz de rebelarse.
José Pablo Navarro
La razón de que sea necesario explicar a los demócratas de Rusia cosas tan elementales está en que se han atascado hasta tal punto en las ideas pequeñoburguesas que ni imaginarse pueden otro régimen que no sea el de los pequeños burgueses.
Lenin
La costumbre concilia el amor.
Lucrecio
A veces, uno provoca cosas que no desea.
Marcelo Bielsa
Morir es fácil; lo difícil es vivir. Y cuanto más difícil se vuelve, más fuerte es la voluntad de seguir viviendo. Y cuanto mayor es el miedo a la muerte, mayor es el esfuerzo que se hace por conservar la vida.
Mo Yan
La esperanza te tornará joven, porque la esperanza y la juventud son hijos de una misma madre, el amor constante.
Percy Bysshe Shelley
¡Palafrenero diplomático!
Pierre-Augustin de Beaumarchais
Si hacéis amistad con un cojo, aprended a cojear.
Plutarco
La gente cree que el poeta es más bien un individuo enflaquecido, soñador, que vive en la evasión. No: vive en la mayor realidad posible. La poesía, para mí, es el mayor realismo posible.
Roberto Juarroz
Las mentiras suelen abundar en detalles innecesarios.
Rosa Montero