Le querría si no fuera porque le odio.
Nick Stahl
La política puede ser relativamente honesta en los momentos en que la Historia camina con paso tranquilo; en sus tormentas críticas, la única regla posible es el viejo adagio según el cual el fin justifica los medios.
Arthur Koestler
Moisés no percibió todas estas cosas como verdades eternas, sino como preceptos e instituciones, y las prescribió como leyes. De donde resulto también que imaginaban a Dios como un rector, un legislador, un rey misericordioso, justo, etc.
Baruch Spinoza
El verdadero problema no es so las máquinas piensan como si los hombres lo hacen.
Burrhus Frederic Skinner
De repente, volvió a abrir los ojos. Algo hizo que la bicicleta se detuviese en seco y lo último que recordaba era la tierra que se le venía encima a toda velocidad.
Camilla Läckberg
Tarde, ya en el umbral de mis noventa años se abrió la puerta en mí y entré en la claridad de la mañana.
Czeslaw Milosz
Los grandes intelectos son escépticos.
Friedrich Nietzsche
Los peores hombres suelen dar los mejores consejos.
James Bailey
No puedo contentarme con menos que el cielo.
Era la muerte y elegí la vida.
Julianne Moore
Sacar al sexo de las alcobas para exhibirlo en la plaza pública es, paradójicamente, no liberalizarlo sino regresarlo a los tiempos de la caverna, cuando, como los monos y los perros, las parejas no habían aprendido todavía a hacer el amor, sólo a ayuntarse.
Mario Vargas Llosa
Duele, el paso del tiempo duele. En recuerdos y en lo que ha sido mi vida estoy absolutamente de acuerdo con lo que hice y satisfecho completamente. Ahora, lo que no perdona es la salud.
Miliki
¿Qué es la realidad? Es lo que la mayoría de la gente consideró que debía ser. No necesariamente lo mejor, ni lo más lógico, sino lo que se adaptó al deseocolectivo.
Paulo Coelho
Las personas siempre juzgan a los demás poniendo como modelo sus propias limitaciones, y a veces la opinión de la comunidad está llena de prejuicios y temores.
Si no tienes sentido del humor, estás a merced de los demás.
William Rotsler
El silencio de la pura inocencia trae a veces la convicción que no alcanza el raciocinio.
William Shakespeare