A veces, las cosas más sencillas y normales podían convertirse en acontecimientos extraordinarios, simplemente si las llevaban a cabo las personas adecuadas.
Nicholas Sparks
Alguna vez en la vida volveré por esa senda, haciendo el mismo camino entre tu rancho y la acequia.
Atahualpa Yupanqui
Yo nunca aventuré una opinión hasta que tuve sesenta años; y aun lo que entonces hice, fue exponer una opinión familiar añeja de más de un siglo.
Benjamin Disraeli
El fin de las ciencias teóricas es comprender el mundo real, conocerlo más allá de la experiencia inmediata, y controlarlo.
Carl Menger
Su franco era el mío. Su voz era como abrazarla.
Cesare Pavese
¡No solamente los noqueo, sino elijo el round en que lo hago!.
Conor McGregor
Las conductas humanas ligadas a la condición natural son, en el fondo, inmutables.
Francisco Ayala
Amo al que adelanta palabras de oro a sus actos y siempre cumple más de lo que ha prometido.
Friedrich Nietzsche
Si no existiera una leysanta inviolable, no creada por los hombres, ¿qué norma tendríamos para juzgar si un acto es justo o injusto?
Giuseppe Mazzini
Sobre su traje de Senador Palpatine: Puedo llevar puesto el traje y jugar el personaje maravillosamente. ¿Los colores, las texturas?... la gente sigue preguntándome: Es caucho? Es cuero?' No sé exactamente de qué está hecho. Se siente como la piel de un reptil, lo cual dicho sea de paso es exactamente correcto.
Ian McDiarmid
Vas a decirme lo que quiero saber, es sólo una cuestión de cuanto quieres que duela.
Kiefer Sutherland
El imperialismo surgió como desarrollo y continuación directa de las propiedades fundamentales del capitalismo.
Lenin
Cuando un hombre siente que no puede dejar su trabajo, es un signo seguro de un colapso inminente.
Louis Brandeis
Cuanto más numerosas son las cosas que quedan para aprender, menos tiempo queda para hacerlas.
Marcel Proust
Lo peor es cuando has terminado un capítulo y la máquina de escribir no aplaude.
Orson Welles
No me interesa tanto la mente humana como la maravilla de una naturaleza que es capaz de obedecer una ley tan simple y tan elegante como la ley de la gravedad.
Richard Feynman