La soberbia es el vicio más frecuentemente castigado, y, sin embargo, el más difícil de curar.
Niccolò Tommaseo
Si la mente está bien cultivada y el corazón bien dispuesto, a nadie le importa el exterior.
Anne Bronte
Nunca he respondido bien a los pensamientos negativos arraigados.
David Bowie
La muerte es más dura asumirla que padecerla.
François-René de Chateaubriand
El hombre vale porque es hombre, no porque es judío, católico, representante, alemán, italiano, etc.
Georg Wilhelm Friedrich Hegel
Mi capricho es el humo, la mujer y el bostezo.
Gonzalo Escudero
A los que mucho desean les falta mucho.
Horacio
Porque no somos quienes dicen que somos si no nos lo dicen, ¿verdad?
Joyce Carol Oates
No mires. Te lo ruego, aparta la mirada mientras rompe la superficie, mientras sube desde el foso, se yergue sobre la orilla mojada y oscura, levanta los brazos y respira profundamente: recuerda qué es respirar, amar, desear.
Kate Morton
Llorando la ausencia del galán traidor la halla la luna y la deja el sol, añadiendo siempre pasión a pasión, memoria a memoria, dolor a dolor.
Luis de Góngora
R de revolución, A de actitud, P de Poesía.
Nach
La amistad repugna la pobreza y el dolor, como la planta la oscuridad y el aire enrarecido. Si deseas conservar amigos, ocúltales tus penurias y pesadumbres.
Santiago Ramón y Cajal
El más rico es el que con menos se contenta, pues natural riqueza es el contento.
Sócrates
Uno de los problemas fundamentales de las organizaciones (entre ellas las familias) consiste en que las personas no están comprometidas con las determinaciones de otras personas para con sus vidas. Simplemente no las compran. No son accionistas morales de la empresa.
Stephen Covey
No te apartes de mí, ven cada día a hacerme triste, a hacerme hombre, hijo tuyo... Visítame.
Vicente Gaos
El amor es la respuesta, pero mientras usted la espera, el sexo le plantea unas cuantas preguntas.
Woody Allen