Ha llegado la hora de retirarse estoy agradecido de todos, tanto de los amigos complacientes como de los enemigos frenéticos, ¡inolvidables personajes sagrados!
Nicanor Parra
Después de esa batalla sólo un loco coronel renunciaría a una gloria que jamás él logro entender, eligió cargar su armaco en un clavel.
Amaia Montero
No quiero un mundo en el que las mujeres seamos iguales que los hombres, sino un mundo que se adapte a las necesidades de las mujeres, que son las de la sociedad en su conjunto.
Ana Botella
En la televisión yo estoy de prestado siempre, yo lo que se hacer es la radio... es lo que se hacer.
Carlos Herrera
Esta fiesta es en mi nombre, pero si he de estar aquí apartada, es como si no estuviera.
Chloë Grace Moretz
Se repartió mi alma para formar tu alma. Y fueron nueve lunas y fue toda una angustia de días sin reposo y noches desveladas.
Concha Méndez
La verdadera felicidad cuesta poco; si es cara, no es de buena clase.
François-René de Chateaubriand
Es la voluntad, la que hace al hombre grande o pequeño.
Friedrich Schiller
¡Qué difícil es actuar inteligentemente si la sociedad se vuelve estúpida!
José Antonio Marina
La belleza de la naturaleza y la belleza del entorno cultural creado por el ser humano son, evidentemente, ambos necesarios para mantener la salud del alma y del espíritu del ser humano.
Konrad Lorenz
Dormida el alma aún reconoce el lazo del amante, y llorando sentimientos, a inciertas luces abre ojos atentos.
Lucano
He tragado fútbol desde siempre.
Mágico González
Las armas son un factor importante en la guerra, pero no el decisivo. El factor decisivo es el hombre, y no las cosas.
Mao Zedong
La arquitectura es una de las profesiones más nobles, porque contribuye a satisfacer una necesidad humana básica, la del alojamiento.
Mario Bunge
Querer huir del vacío y de la angustia que provoca el sentirse libre y obligado a tomar decisiones como qué hacer de sí mismo y del mundo que nos rodea -sobre todo si éste enfrenta desafíos y dramas- es lo que atiza esa necesidad de distracción, el motor de la civilización en que vivimos.
Mario Vargas Llosa
No sólo quieren mi muerte, quieren mi silencio.
Mumia Abu-Jamal