El hombre que no se bebe su copa sanguinolenta no puede ser, creo yo, cristiano de buena cepa.
Nicanor Parra
Negociar no es vender, negociar no es convencer.
Alejandro Hernández
El que duda, piensa.
Carlo Dossi
Hubo una época en que mi amor por ti estaba en labios de todo el mundo, y ese sentimiento no ha variado en absoluto. Eres la mujer a la que amo.
Eiji Yoshikawa
Se crea un lenguaje propio cada vez más codificado, que en algunas ocasiones establece relaciones con el mundo y el lenguaje del arte.
Ferran Adrià
No puede ser sino vanidad, lo que no sirve para la eternidad.
Francisco de Sales
Intenté ahogar mis dolores, pero ellos aprendieron a nadar.
Frida Kahlo
¿De dónde surgen las pasiones repentinas de un varón por una mujer, las pasiones hondas, entrañables? De lo que menos, de la sola sensualidad; pero cuando el varón halla juntos en una sola criatura el desamparo, la debilidad y, a la vez, la altanería, en su interior es como si su alma quisiera desbordarse: queda conmovido y ofendido en un mismo instante. En ese punto brota la fuente del gran amor.
Friedrich Nietzsche
Los hombres de carácter suelen convertir en ley las flaquezas. Hay gente con conocimiento del mundo que ha dicho: La sagacidad tras la que se oculta el miedo resulta invencible. Los hombres débiles tienen a menudo ideas revolucionarias; piensan que estarían bien si nadie los gobernase, y no sienten que son incapaces de gobernarse a sí mismos y a los demás.
Goethe
Son los medios los que controlan los límites de lo políticamente permisible, así que es mejor cambiar los medios.
Julian Assange
Todo aquello que hemos desarrollado en los últimos 100 años debe ser destruido.
Kaarlo Pentti Linkola
Organizas tu vida con lo que tienes, no con lo que te falta.
Kate Morton
De la constelación de tus lunares me hice preso.
Rapsusklei
Aplicarme a imágenes insignificantes.
Robert Bresson
El elfo cruzó al galope el foso helado, cabalgando entre las nubes de vapor que rezumaban de su negro caballo y de lo que se había echado al cuello.
Terry Pratchett
Hay días en los que uno tiene la impresión de que los hombres viven como ratas y no siente el menor deseo de parecerse a ellos.
Yukio Mishima