El oyente sólo es respetuoso cuando no está entendiendo nada.
Nelson Rodrigues
La primavera dulce que me enseñara a amarte, la primavera misma que me ayudó a lograrte.
Alfonsina Storni
Las carreras se ganan en la última vuelta.
Ángel Nieto
Estar preparados para la guerra es uno de los medios más eficaces para conservar la paz.
George Washington
Presencia de ánimo y valor en la adversidad, valen para conquistar el éxito más que un ejercito.
John Dryden
Y para los amantes su amor desesperado podrá ser un delito... pero nunca un pecado.
José Ángel Buesa
Pero es aquí dónde China y Japón tienen un problema: acumulan tantos dólares que, si quisieran vender un cantidad significativa de ellos, el dólar se devaluaría, provocando pérdidas en los que aún les quedases.
Joseph Stiglitz
Rossini habría sido un gran compositor si su profesor de música le hubiese dado unos buenos azotes en el trasero.
Ludwig van Beethoven
Como una categoría a priori, el principio de la acción está a la par con el principio de la causalidad. En el principio está el acto.
Ludwig von Mises
Dignidad sin mérito se hace acreedora de cumplidos sin estimación.
Nicolas Chamfort
Por favor, Rian, ¿puedes cruzar las piernas? Hemme formuló ese requerimiento con tanta seriedad que no se oyó ni la más leve risita. Rian, desconcertada, cruzó las piernas. - Ahora que las puertas del infierno están cerradas -dijo Hemme con su tono normal, más brusco-, ya podemos empezar.
Patrick Rothfuss
El poder es la capacidad de obtener obediencia.
Salvador de Madariaga
No basta examinar; hay que contemplar: impregnemos de emoción y simpatía las cosas observadas; hagámoslas nuestras, tanto por el corazón como por la inteligencia.
Santiago Ramón y Cajal
Las personas temen ofender o lastimar a los otros, no porque sean amables, sino porque no les preocupa la verdad.
Susan Sontag
Todo derrumbe ocurre de prisa. Y a menudo cae el más fuerte sin poder ponerse de pie de nuevo.
Walter Serner
Mis palabras suben volando, mis pensamientos se quedan aquí abajo; palabras sin pensamientos nunca llegan al cielo.
William Shakespeare