Es necesario que vuelva Lenin, Que construyan otro muro en Berlín, Que la historia no llegó a su fin, Y que disparen sobre Leire Pajín.
Nega
Si el hombre no cumple debidamente sus necesidades materiales se encuentra en estado de ineptitud para las tareas del espíritu y para realizar los mandamientos del bien.
Alfonso Reyes Ochoa
El no admirarse procede del saber en los menos; que, en los más, del no advertir.
Baltasar Gracián
De todas las formas de gobierno, la del populacho es la más sangrienta; la del ejército, la más cara; y la de los paisanos, la más vejatoria.
Charles Caleb Colton
Era el que más sabía... Pero el que menos entendía.
Domingo Faustino Sarmiento
Filosofar es esto: examinar y afinar los criterios.
Epicteto
¡Rommel, grandísimo bastardo! ¡He leído tu libro!
Erwin Rommel
Todos los estados mentales y corporales, desde la ira hasta el miedo, el terror, la tristeza, el resentimiento, el entusiasmo, el gozo, la confusión, el disgusto, el desprecio, la ansiedad, la envidia, la rabia y aun el embotamiento, la duda y la apatía son verdaderas ocasiones para conocernos mejor a nosotros mismos.
Jon Kabat-Zinn
Bordoneaba la marea de sus cabellos en hilas de diamante musical.
Julio Herrera y Reissig
El alba vuelca sus rosas en la copa del cielo...
Omar Jayam
La impaciencia es señal de ánimo vil y bajo, mal enseñado y peor acostumbrado.
Pachacútec
Debemos, pues, según parece, vigilar ante todo a los forjadores de mitos y aceptar los creados por ellos cuando estén bien y rechazarlos cuando no; y convencer a las madres y ayas para que cuenten a los niños los mitos autorizados, moldeando de este modo sus almas por medio de las fábulas.
Platón
Hay que tener el máximo respeto a Lituania porque tiene jugadores internacionales.
Sergio Ramos
Confía en el proceso, ¡un día a la vez!. Lo que es para tí es para tí y nadie podrá detenerlo.
Tony Gaskins
La rosa es más bella bañada por el rocío de la mañana, y el amor es más hermoso humedecido por las lágrimas.
Walter Scott
Cada producción de un artista debe ser la expresión de una aventura de su alma.
William Somerset Maugham