Hay una cama, una pequeña mesa plegable, y armarios de madera de verdad. Esos elementos en combinación con fotografías de familiares y amigos le dan un aire acogedor y doméstico completa- mente arruinado por la fotografía enmarcada de Adolf Hitler que cuelga del mamparo. A Waterhouse le parece de un asombroso mal gusto hasta que recuerda que es un submarino alemán.