No quiero mentir. Pero no puedo decir la verdad, así que... se terminó.
Natalie Portman
El amor no tiene edad; siempre está naciendo.
Blaise Pascal
La vida no es significado; la vida es deseo.
Charles Chaplin
A veces las mejores inversiones son las que no se hacen.
Donald Trump
La felicidad es cosa incierta y caduca; el deber es cierto y eterno.
Ernst von Feuchtersleben
Te llamas Rosa y yo Esperanza, pero tu nombre olvidarás, porque seremos una danza en la colina y nada más.
Gabriela Mistral
No pierdas a nadie importante por culpa de miedos y orgullos estúpidos.
Haruki Murakami
No hay locura de los animales de este mundo que no quede infinitamente superada por la locura de los hombres.
Herman Melville
Habrá que rehabilitar créditos para reconstruir todo eso y mira, por buscar alguna faceta positiva a la tragedia, a lo mejor se reactiva la industria de la construcción por lo menos ahí a nivel local.
Isabel San Sebastián
Busco en la ciencia alimento para mis visiones, en las que toda pesadez se disuelve.
Italo Calvino
España es una tierra donde hay pocas cosas, pero donde cada una parece estar de un modo sustantivo y eterno.
Jorge Luis Borges
Cuando tengas orden se multiplicará tu tiempo, y, por tanto, podrás dar más gloria a Dios, trabajando más en su servicio.
Josemaría Escrivá de Balaguer
Los médicos y las medicinas se vuelven necesarios cuando la gente crea un ambiente enfermizo. La escolarización formal no tiene valor intrínseco, pero se convierte en necesaria cuando la humanidad crea unas condiciones en las cuales uno debe tener educación para salir adelante.
Masanobu Fukuoka
La mente es la consciencia, que tiene limitaciones. Somos originalmente ilimitados y perfectos. Más tarde adquirimos limitaciones y nos convertimos en mente.
Ramana Maharshi
Si la falta de dinero es frustrante y provoca desvalimiento, entonces aquí estaba el desfrustrante descubrimiento de su desdesvalimiento.
Santiago Lorenzo
En mi tierra, cuando se bromea, se dice algo y después se ríe ruidosamente, para que todos participen de la broma. Guillermo, en cambio, sólo reía cuando decía cosas serias, y se mantenía muy serio cuando se suponía que estaba bromeando.
Umberto Eco