Identificar a la Falange con el Movimiento a estas alturas, no puede ser más que una maniobra interesada. Los que, históricamente o no, fueron falangistas y son del Movimiento, son del Movimiento pero no son falangistas.
Narciso Perales Herrero
El deseo es una tendencia constante.
Alejandro Dumas
¡Que muerda y vocifere vengadora, ya rodando en el polvo, tu cabeza!
Almafuerte
En la Bolsa una verdad a medias es una mentira completa.
André Kostolany
Creo que Michael Jackson es el entretenedor más grande que jamás pisó la tierra. Baila, canta y escribe canciones. Es una verdadera leyenda.
Ashley Todd
Nadie, en efecto, podrá jamás transferir a otro su poder ni, por tanto, su derecho, hasta el punto de dejar de ser hombre.
Baruch Spinoza
El deber escolar eres tú. No se ve un alumno por ninguna parte.
Franz Kafka
La espada de un loco puede ser más afilada que su cerebro.
Gabriel Byrne
¿Vamos a permitir que nos invadan las ideas de unos dementes y cursis?
Gustavo Bueno
Los fanáticos crean un ensueño y lo convierten en el paraíso de sus secta.
John Keats
Para mí, sólo es justificable la violencia contra el tirano, pues el tirano es la encarnación de la violencia y utilizarla contra él es una forma de destruirla.
José Ferrater Mora
No me arrepiento en absoluto, porque fue el momento histórico más importante que ha tenido España en 200 años.
José María Aznar
Con Cromañón no se aprendió nada. Estas cosas se aprenden desde el colegio (la escuela). La tragedia está latente: en un subte de Buenos Aires, en una cancha de fútbol. Hay exceso de público en los espectáculos y una pérdida de valores muy importante que producen este tipo de accidentes.
León Gieco
¡Con qué facilidad varían nuestros sentimientos y qué extrañamente nos aferramos a la vida en momentos de desesperación!
Mary Shelley
El individuo se posee a sí mismo, se conoce, expresando lo que lleva dentro, y esa expresión solo se cumple por el medio del lenguaje.
Pedro Salinas
Se partió en Nicaragua otro hierro caliente, con que el águila daba su señal a la gente, se partió en Nicaragua otra soga con cebo, con que el águila ataba por el cuello al obrero.
Silvio Rodríguez