Una meta es un sueño con fecha de entrega.
Napoleon Hill
Y en el fondo es tan hondo mi dolor porque me voy, y no se puede cambiar de corazón como de camisa sin perder la sonrisa.
Andrés Calamaro
El hombre sano no tortura a otros, por lo general es el torturado el que se convierte en torturador.
Carl Gustav Jung
Sé buen oidor y no gran hablador.
Cleóbulo de Lindos
Algunas señales del que progresa en el estudio de la sabiduría: a nadie censura, a nadie alaba, no se queda de nadie, y no acusa a nadie, no habla de sí como si él fuera o supiera algo.
Epicteto
Básicamente, estoy para cualquier cosa que te haga pasar la noche. Ya sea la oración, los tranquilizantes o una botella de Jack Daniels.
Frank Sinatra
El mundo colonizado es un mundo cortado en dos. La linea divisoria, la frontera está indicada por los cuarteles y las delegaciones de policía.
Frantz Fanon
No escuchar al que nos habla, no sólo es falta de cortesía, sino también de menosprecio. Atiende siempre al que te hable; en el trato social nada hay tan productivo como la limosna de la atención.
Honoré de Balzac
No venderé el rico patrimonio de los orientales, al bajo precio de la necesidad.
José Gervasio Artigas
Existen obras donde no hay lo que podría llamarse buena poesía, pero dan la idea de ello, y todo lo que da esta idea seduce al espíritu. Lo mismo puede decirse de muchos cuadros, que dan la idea de ser bellas pinturas sin que lo sean, e incluso de algunos libros.
Joseph Joubert
Y aunque lográramos éxitos inmensos en nuestro trabajo, no tendríamos ningún fundamento para volvernos engreídos y presuntuosos.
Mao Zedong
Aquello que da horror no es peligroso.
Ramón de Campoamor
La historia no puede darnos predicciones, pero puede darnos una mayor comprensión de nosotros mismos, y de nuestra humanidad común, a fin de poder afrontar mejor el futuro.
Robert Penn Warren
Nunca vendas tu destino por el oro ni la comodidad.
Rubén Blades
El frío anochecer de Kyoto hacía aflorar el calor del fuego. El viento, en la penumbra, gemía entre los pilares. El grillo que se posaba en la gruesa columna había desaparecido.
Ryunosuke Akutagawa
Su imaginación se parecía a las alas de un avestruz. Le permitían correr, pero no volar.
Thomas Macaulay