Un ganador nunca renuncia, ¡y quien renuncia nunca gana!
Napoleon Hill
El pasado ya no es y el futuro no es todavía.
Agustín de Hipona
¿Y a ese no le dicen nada por ese corte de pelo?
Bradley Cooper
Pero quiero que lo sepa. Hay muchos rusos como nosotros que alguna vez fueron alguien y que ahora no son nadie, y con esto no quiero aburrirlo repitiéndole un cuento del que ya se ha cansado todo el mundo. Pero recuerde que ese cuento de hadas es real para los que somos sus protagonistas.
Dashiell Hammett
Una mayoría vale lo que vale el gobierno que la pone en movimiento.
Émile de Girardin
En los dos bandos hubo hechos heroicos y hechos vergonzosos.
Esperanza Aguirre
Tú eres el bien, todo el bien, el sumo bien, Señor Dios vivo y verdadero.
Francisco de Asís
Como flores de cerezo.
Heīchi Okabe
¿De qué comunidad nacional puede hablarse respecto a hombres desligados económicamente unos de otros, que viven en territorios diferentes y que hablan, de generación en generación, idiomas distintos?
Iósif Stalin
Aullaban, saltaban, giraban, hacían muecas horribles; pero lo que en verdad estremecía al pensamiento era la idea de que poseían una humanidad, idéntica a la propia, la idea del remoto parentesco con su salvajismo.
Joseph Conrad
¿Habrá creado Dios la vida humaná nada más que para observar su curso, mirar sus cascadas, juegos y variaciones, o para contemplar el espectáculo de unas manas en movimiento perenne, pasándose una antorcha? No; Dios no hace ninguna cosa sino para la eternidad.
Joseph Joubert
El entusiasmo es el pan diario de la juventud. El escepticismo, el vino diario de la vejez.
Pearl S. Buck
Mi pasión se opone a mi resentimiento; dentro de mi enemigo encuentro a mi amante.
Pierre Corneille
El desafío publicitario es diferenciarse en la cabeza del chico.
Roberto Matínez
La conversación es una cosa tan superflua como necesaria, en que los unos no dicen siempre lo que saben y los otros no saben siempre lo que dicen.
Stanislas de Boufflers
Nadie asalta restaurantes. Bares, licorerías, gasolineras... te vuelan la cabeza en el asalto. Los restaurantes, por otro lado, los agarras con los pantalones abajo y no esperan que los asalten. Bueno, no lo esperan tanto.
Tim Roth