El fracaso asola a aquellos que se resignan a él con indiferencia.
Napoleon Hill
Amor: un juego en el cual hay dos que pierden, el hombre y la mujer, y uno sólo que gana: la especie.
Abate Prévost
Los edificios, como las personas, deben ser en primer lugar sinceros, deben ser auténticos, y además tan atractivos y bonitos como sea posible.
Frank Lloyd Wright
Más pronto se encuentra a quien por un extraño esté dispuesto a aventurar su vida, que a uno que, no digo gaste, sino arriesgue, un duro por su amigo.
Giacomo Leopardi
El problema que plantea el instinto de los animales sólo puede explicarse mediante la noción de mónadas y entelequias.
Goethe
Un hombre no puede saberlo todo, pero cada cual ha de tener alguna cosa que conoce a conciencia.
Gustav Freytag
Nada dura lo bastante porque todo se acaba, y una vez acabado resulta que nunca fue bastante, aunque durara cien años.
Javier Marías
Somos esclavos de nuestra irresponsabilidad y víctimas de nuestra responsabilidad.
Jorge González Moore
Observa las flores del cerezo, podrías dedicar tu vida entera a la búsqueda de una sóla y no habrías desperdiciado tu tiempo. Perfectas, simplemente perfectas.
Ken Watanabe
Hacerse como la nada, uno deja de existir, los ojos y la boca están cerrados.
Najman de Breslev
Dios asume cualquier forma imaginada por el devoto a través de la repetición de pensamientos en una meditación prolongada. A pesar de que así asume infinitos nombres, sólo la conciencia sin forma alguna es Dios.
Ramana Maharshi
Un cuento siempre es inocente hasta que se demuestre lo contrario.
Sandro Centurión
Todo es sorpresa. El mundo destellando siente que un mar de pronto está desnudo, trémulo, que es ese pecho enfebrecido y ávido que sólo pide el brillo de luz.
Vicente Aleixandre
Todos los hombres son mortales. Sócrates era mortal. Por lo tanto, todos los hombres son Sócrates. Lo que significa que todos los hombres son homosexuales.
Woody Allen
Las mujeres: burbujas de jabón; el dinero: burbujas de jabón; la fama: burbujas de jabón. Los reflejos sobre las burbujas de jabón son el mundo en el que vivimos.
Yukio Mishima
La edad promedio de un hombre en la Edad de Bronce era dieciocho años; en la era romana, veintidós. El paraíso debe haber sido hermoso entonces. Hoy debe ser terrible. Cuando un hombre llega a los cuarenta no tiene posibilidad de morir bellamente. Sin importar cuánto se esfuerce, morirá por deterioro. Debe obligarse a vivir.