La muerte es un ensueño sin ensueños.
Napoleón Bonaparte
La democracia siempre nos toma el pelo con el contraste entre sus ideales y sus realidades, entre sus heroicos posibilidades y sus logros lo siento.
Agnes Repplier
Algo he aprendido en mi larga vida: que toda nuestra ciencia, contrastada con la realidad, es primitiva y pueril; y, sin embargo, es lo más valioso que tenemos.
Albert Einstein
El pecado no puede ser concebido en un estado natural, sino sólo en un estado civil, donde es decretado por común consentimiento qué es bueno o malo.
Baruch Spinoza
Solo una vez, se ama y se cree con fe y con certeza, las demás son solo promesas destinadas implícitamente a ser incumplidas.
Dora Isabel Berdugo
Al corazón del corazón humano.
François Truffaut
El fin de la ciencia no es abrir la puerta al saber eterno, sino poner límite al error eterno.
Galileo Galilei
Nunca he querido ser boxeador. He empezado cuando estaba en una situación de pobreza. Mi madre era la única que estaba a cargo de toda la familia, mi padre se había marchado antes. Siempre tenía hambre. Nunca tenía suficiente para comer. Por la tarde lo que hacía era boxear, no era muy bueno, pero cerraba los ojos y luego los abría y el tío estaba en el suelo.
George Foreman
Para mí la culminación de la vida consiste en una pasión limpia y finalmente dramática.
José Ortega y Gasset
La guerra es un negocio de primer orden, tal vez sea incluso el mejor de todos.
José Saramago
Cuanto más conoces el verdadero amor, más se aleja todo lo demás.
Mercedes Pinto Maldonado
El ciclismo tiene que modernizarse y el Pro Tour supone una respuesta acertada para adaptar la competición a los nuevos tiempos.
Miguel Indurain
La pistola es el grifo de la muerte.
Ramón Gómez de la Serna
Ninguno, imitando a otros, llegó a ser auténticamente grande... y dejó de ser él.
Samuel Johnson
Las cosas cambian. Y los amigos se van. Y la vida no se detiene por nadie.
Stephen Chbosky
Te das cuenta de que te hallas en un infierno de tu propia creación, pero sin embargo continúas adelante. Porque no queda otra cosa que puedas hacer.
Stephen King