La guerra es un juego serio en el que uno compromete su reputación, sus tropas y su patria.
Napoleón Bonaparte
Dirigidos a una sola persona, y mutuos, caritas y amor, dan un matrimonio feliz.
Arthur Schopenhauer
Quiero saber qué se siente siendo un poco feliz. Quiero que alguien me salve.
Candela Peña
Nadie puede saltar por encima de su sombra.
Goethe
Todos deseamos ser felices y liberarnos del sufrimiento, pero debido a nuestras perturbaciones mentales, como el odio, el apego, etcétera, no nos importa crear más causas para sufrir.
Gueshe Kelsang Gyatso
El poeta no es ni mucho menos un místico o un ser especial sino es una persona que canta lo que a todos pertenece, y que a su manera está dotado de una cualidad que a él le pertenece, como el zapatero está dotado de otra cualidad o el panadero.
Hugo Gutierrez Vega
Suprime la vanidad en las mujeres y habrás suprimido la mitad, por lo menos, de ambición en los hombres.
Jacinto Benavente
Aunque usted no lo crea: la mayoría de las veces oímos pero no escuchamos. Pues escuchar implica entender lo que se nos dice. Un multimillonario norteamericano alguna vez declaró al respecto que Dios nos ha dado dos orejas y una sola boca, porque quiso decirnos que más debemos escuchar que hablar. Sin embargo, la realidad nos evidencia todo lo contrario.
Jorge Carrión Rubio
La palabra es lo mejor que se puede encontrar, la tentativa siempre frustrada para expresar eso a lo que, por medio de palabra, llamamos pensamiento.
José Saramago
Estamos condenados a improvisar.
Jostein Gaarder
Mi madre es mi único mito.
Manuel Fraga Iribarne
Llevar una vida amargada lo puede cualquiera, pero amargarse la vida a propósito es un arte que se aprende.
Paul Valéry
El gran triunfo de la cultura es sobrepujar lo nacional.
Ralph Waldo Emerson
Los libros en prosa son perros de muestra que yo crío y vendo para mantener a mi gato.
Robert Graves
La simpatía es muy frecuentemente un prejuicio sentimental basado en la idea de que la cara es el espejo del alma. Por desgracia, la cara es casi siempre una careta.
Santiago Ramón y Cajal
Los que albergan pensamientos de odio, celos, venganza y malicia son verdaderamente personas muy peligrosas. Causan inquietud y mala voluntad entre los hombres.
Swami Sivananda