El arte debe ser gusto, diversión y alucinación.
Naguib Mahfuz
La República Italiana no puede ser definida una república bananera, porque se han comido también esas.
Andrea Mucciolo
La lección a extraer acerca de lo que los liberales dijeron de Reagan entonces y de lo que están forzados a decir ahora es que un Republicano con probabilidades de salir es siempre aquel a quien los liberales llaman extremista, fanático religioso propiciador del Armagedón.
Ann Coulter
El menosprecio de la autoridad es el principio de la revolución.
Antonio Aparisi y Guijarro
Nadie es realmente digno de envidia.
Arthur Schopenhauer
Ya que el pueblo no me quiere y el ejército me abandona, hagan ustedes lo que quieran.
Baltasar Hidalgo de Cisneros
No piensen en una razón para decir no, porque yo tengo un millón de razones para decir sí.
Christoph Waltz
Un hombre sólo es tan viejo como la mujer que ama.
Groucho Marx
Es bien sabido que, al realizar una cosa, cualquiera que sea, a menos que comprendamos sus circunstancias reales, su naturaleza y sus relaciones con otras cosas, no conoceremos las leyes que la rigen, ni sabremos cómo hacerla, ni podremos llevarla a feliz término.
Mao Zedong
Creo que nada sustituye a la lectura de un texto, nada reemplaza la memoria de un texto, nada, ningún juego.
Marguerite Duras
La poesía es una canción sin música -dije con altivez-. Y una canción sin música es como un cuerpo sin alma.
Patrick Rothfuss
En la sombra en donde los corazones hablan; cuando en torno las cosas se empiezan a ver menos; te amo mucho esta noche para hablarte de amor.
Paul Géraldy
Quítate el complejo de teniente que el amor sin libertad dura lo que un estornudo.
Ricardo Arjona
En otros tiempos los marxistas pensábamos que, llegado a un cierto techo, el sistema capitalista se convertía en un obstáculo casi insalvable para su desarrollo. Pero la práctica ha demostrado que la ley del progreso humano rompe, por unos u otros caminos, los corsés del sistema social.
Santiago Carrillo
Cuanto más feliz soy, más compadezco a los reyes.
Voltaire
A fuerza de desgracias, acaba uno por hacerse, ridículo.
Xavier de Maistre