Nadie conoce a nadie lo suficiente como para convertirlo en un personaje, ni siquiera a la persona con la que vives durante muchos años: esposo, amante, esposa, tus propios hijos... hay cosas acerca de ellos que nunca llegas a saber y hay cosas en ti que ellos nunca llegan a vislumbrar. Es imposible conocer a alguien por completo para reproducirlo como personaje.