Y cuando digo no, es, no... de El hombre que casi conoció a Michi Panero, Desparezca aquí.
Nacho Vegas
Baja: mi corazón te está pidiendo. Podrido está; lo entrego a tus cuidados. Pasa tus dedos blancos suavemente sobre él.
Alfonsina Storni
Los celos son un transformador extraño del carácter.
Arthur Conan Doyle
La ingeniería de software debería ser conocida como La Disciplina Condenada, condenada porque ni siquiera puede acercarse a su meta, dado que la misma es en sí misma contradictoria.
Edsger Dijkstra
¡Oh, cuán perdido está para la virtud, para el pensamiento viril, para los nobles impulsos del alma, aquel que se cree que soledad es estar solo!
Edward Young
Hay pocas mujeres honestas que no estén cansadas de su oficio.
François de La Rochefoucauld
Siempre he intentado vivir en una torre de marfil, pero una marea de mierda no deja de golpear sus muros y amenaza con tirarla abajo.
Gustave Flaubert
En una sociedad cerrada donde todo el mundo es culpable, el único crimen es ser atrapado. En un mundo de ladrones, el único pecado definitivo es la estupidez.
Hunter S. Thompson
No permitas que tu memoria se enajene de las cosas que tienes, sino de las que te hagan falta.
Marco Aurelio
No se trata de un triunfo definitivo, sino de una lucha sin fin.
Nikos Kazantzakis
Que son la ventura o desventura reflejos nada más de lo pasado.
Ramón de Campoamor
Pues no es mi fuerte, ser esclavo del ombligo de otra gente.
Rapsusklei
La educación de un hombre no se completa hasta que muera.
Robert Edward Lee
La gente cree que soy una persona bastante extraña. Eso es incorrecto. Tengo el corazón de un niño pequeño. Está en un frasco de vidrio sobre mi escritorio.
Stephen King
... lo humano, que es tan grande como el universo y tan pequeño como sus componentes.
Victoria Kent
El cuchillo es lo más útil, lo más inmortal y genial creado por el hombre. El cuchillo era una guillotina, el cuchillo es el medio y remedio universal para la solución de todos los nudos gordianos y el camino de las parejas sigue el filo de un cuchillo que es el único camino digno de un espíritu que no conoce el temor.
Yevgueni Zamiatin