Temo a Dios, y después de Dios temo principalmente al que no le teme.
Muslih-Ud-Din Saadi
La principal cualidad de la oración es el ser clara, sencilla y concisa, sin frases inútiles, ni lujo de epítetos pomposos; cada palabra debe tener su objeto, despertar una idea, conmover una fibra, en una palabra, "debe hacer reflexionar"; con esta sola condición la oración puede alcanzar su objeto.
Allan Kardec
Muchos hombres cometen el error de sustituir el conocimiento por la afirmación de que es verdad lo que ellos desean.
Bertrand Russell
¿De dónde eres? -Soy un fan de Liverpool desde Londres. Bien, entonces, ¿cómo se siente al estar en el cielo?- respondió Shankly.
Bill Shankly
Entré por la puerta grande y salí por la puerta grande.
Carlos Menem
El espejo muestra muchas cosas: Cosas que fueron, cosas que son y cosas que aún están por llegar.
Cate Blanchett
Yo trabajo con escrúpulos, y fundamentalmente, tratando de no ser estúpido.
Federico Moura
El tiempo hace madurar todas las cosas. Mediante él, todas se hacen evidentes. El tiempo es el padre de la verdad.
François Rabelais
Me arrodillaría, pero sabes, estar toda la mañana matando tus hombres me ha provocado un calambre en la pierna.
Gerard Butler
He tenido amigos que han actuado amablemente hacia mí, y ha sido mi buena fortuna causante de tener el poder de darles pruebas substanciales de mi gratitud.
Giacomo Casanova
¿Qué quieren de mí? Cuando tengo algo que decir, lo digo. Cuando tengo algo que dar lo doy.
Henry Miller
En un mundo en el que coexisten una carrera desenfrenada de armamentos y condiciones de injusticia, hambre y necesidad, ustedes están llamados a recordar constantemente a sus gobernantes el imperativo de la cooperación para el logro de la paz.
Javier Pérez de Cuéllar
Duda siempre de ti mismo, hasta que los datos no dejen lugar a dudas.
Louis Pasteur
Yo no sé si soy un estadista. Lo que es cierto es que, de la política, lo que me interesa es mandar.
Manuel Azaña
El ayer ya dispuso del hoy la suerte triste.
Omar Jayam
El amante prudente no considera tanto las dádivas del amado como su amor.
Tomás de Kempis