Pero es la fragilidad lo que da su encanto a la mujer. No me interesan las mujeres que insisten en valorar su inteligencia. Prefiero una que sea dócil, tal vez porque yo mismo no soy demasiado ingenioso ni estoy demasiado seguro de mí mismo...
Murasaki Shikibu
Eras la síntesis y la fuente de lo que habías apreciado y decidido respetar, de todo que lo que habías amado.
Anne Rice
La Poesía no se dosifica en etapas de aprendizaje: se revela toda entera, es Epifanía.
Beatriz Villacañas
La felicidad se compra mejor con céntimos que con pesetas.
Carlo Dossi
No hay objetivo grande para un destacamento revolucionario, no hay metas imposibles para un pueblo que tiene confianza en su propia fuerza.
Carmelo Suárez
Un hombre hedonista, permisivo, consumista y relativista, no tiene referentes ni puntos de apoyo, y acaba no sabiendo a dónde va, envilecido, rebajado... Convertido en un objeto que va y viene, que se mueve en todas las direcciones, pero sin saber adónde se dirige. Un hombre que en vez de ser brújula, es veleta.
Enrique Rojas
La temeridad puede ser buena en unos pocos; en muchos, es una cosa funesta.
Fedro
Una persona que quiere venganza guarda sus heridas abiertas.
Francis Bacon
¡Oh, príncipes! Vosotros fuisteis colocados por el Omnipotente en medio de las naciones para atraer a ellas la abundancia y la prosperidad: ved ahí vuestra primera obligación.
Gaspar Melchor de Jovellanos
El bien no hace ruido y el ruido no hace bien.
Giuseppe Marello Viale
En la realidad, por supuesto, hay tantos falsos dioses en el cielo como reyes y príncipes en el mundo.
Gore Vidal
Los amigos no son ni muchos ni pocos, sino los suficientes.
Hugo von Hofmannsthal
La envidia es el cáncer del talento. No tener envidia es un privilegio de salud que debe agradecerse a los dioses más que la salud física.
Ignacio Manuel Altamirano
Debatir sobre la verdad es una cosa, contestarla es otra.
Isabelle Huppert
Prohibirnos algo es despertarnos el deseo.
Michel de Montaigne
La grandeza de una nación depende, en un sentido real, de lo bien que hablan sus ciudadanos. Las cosas buenas se desarrollan a partir de un pueblo que sabe realmente cómo usar el lenguaje y qué lo usa bien.
Norman Mailer