No teman a los infieles. Liberen Trípoli.
Muamar el Gadafi
A veces es necesario guardar silencio para ser escuchado.
Anónimo
... dado que la extensión es divisible, el ser perfecto constaría de partes, cosa que no puede en absoluto convenir a Dios, puesto que es un ser simple. Además, si la extensión es dividida, también es pasiva, lo cual tampoco puede jamás tener lugar en Dios, el cual es impasible y no puede recibir nada en otro, ya que es la primera causa eficiente de todo.
Baruch Spinoza
Si los hombres supieran lo que unos dicen de otros no existirían en el mundo cuatro amigos de verdad.
Blaise Pascal
El pequeño mundo de la niñez con su entorno familiar es un modelo del mundo. Cuanto más intensamente le forma el carácter la familia, el niño se adaptará mejor al mundo.
Carl Gustav Jung
Madurar no me gusta. Me aburre ese papel de Soy mayor y tengo que ser seria.
Chenoa
¿Deseas mantenerte sobrio entre los que se embriagan? ¿Con qué fin? ¿Para que ellos te consideren el único borracho?
Christoph Martin Wieland
El que no recibe más que impresiones gratas, se degrada física y moralmente, se envilece sin remedio.
Concepción Arenal
El tiempolibre posibilita el florecimiento del espíritucreativo, mientras que las agendas demasiado estrictas, por el contrario, lo sofocan.
Daniel Goleman
A veces, lo que más deseas nunca se cumple. Y a veces, lo que menos esperas que suceda, ocurre.
Jake Gyllenhaal
Los necios viven más descansados, porque ninguna cosa les da pena ni enojo.
Juan Huarte de San Juan
¡Desgraciados los pueblos que no tienen ideales!
Leandro Alem
El pecado se trata de una falta de reconocimiento de la autoridad de Dios.
Lucas Leys
¿Qué hace falta para ser indulgente? Mucha rectitud de criterio y un poco de piedad en el corazón.
Madame Swetchine
El gran mérito de la magia y de la alquimia, su hija, era el postular la unidad de la materia, hasta tal punto que algunos filósofos del alambique habían creído poder asimilar ésta a la luz y al rayo.
Marguerite Yourcenar
Vale más hacer y arrepentirse, que no hacer y arrepentirse.
Nicolás Maquiavelo