Todos deben casarse; no es lícito sustraerse egoístamente a una calamidad general.
Moritz Gottlieb Saphir
Pronto llegaré a esa edad estacionaria y estéril en la que uno comienza a quejarse de la mentalidadrevolucionaria de los jóvenes.
Albert Einstein
No hay luna más hermosa que la que se refleja en tu mirar.
Alejandro Sanz
Confía, amigo: brillará la estrella del divino día, que Rusia se despertará, y, al derribar la monarquía, ¡Los nombres nuestros grabará!
Aleksandr Pushkin
Y deja de aconsejar, discursos cansados deja, porque yerra el que aconseja cuando no ha de aprovechar.
Álvaro Cubillo de Aragón
Todos tenemos una cancion que nos hace llorar, sonreir y recordar.
Arcángel
La razón de Estado no se ha de oponer al estado de la razón.
Carlos I de España
La ley suprema es el bien del pueblo.
Cicerón
Y atado al corazón que no te olvida, ser un muerto que tiene por morada un cuerpo que no vive sin tu vida.
Elías Nandino
El que en lugar de chinchín exija música, en lugar de placer alegría, en lugar de dineroalma, en vez de loca actividad verdadero trabajo, en vez de jugueteo pura pasión, para ése no es hogar este bonito mundo que padecemos...
Hermann Hesse
Solamente vendrá lo que tienes preparado y resuelto, el triste reflejo de tu esperanza.
Julio Cortázar
Ojalá hubiera tomado clases sobre cómo ser una estrella de rock. Me pude haber preparado para ésto.
Kurt Cobain
Me encanta la física porque su objeto es la verdad, un mundo determinado por principios y leyes, sin divagaciones ni tergiversaciones como en la política.
Malala Yousafzai
Dios ausente las hojas se amontonan todo es abandono.
Matsuo Basho
¿La conformidad o la rebelión? Ninguno de los dos. Los dos son simples... Son para gente que no puede manejar las contradicciones y ambigüedades.
Neal Stephenson
Pero tú... No debes atarte a mí. Serás siempre, es cierto, y en cualquier mundo en que viva, mi más encantador aroma, la presa más codiciada. Pero no puedes hacer un mundo para mí. En verdad, no es posible que tenga un mundo, pues mi misma naturaleza carece de sentido. El espíritu que mora en mí necesita el mundo de los hombres, y el lobo que también mora en mí necesita la vida salvaje.
Olaf Stapledon