La ley deben ser como la muerte, que no exceptúa a nadie.
Montesquieu
Abrí mi herida. Te extrañaba.
Alejandro Lanús
Nunca será tarde para buscar un mundo mejor y más nuevo, si en el empeño ponemos coraje y esperanza.
Alfred Tennyson
Existe el goce del trabajo, que es el primero de todos los goces.
Benito Pérez Galdós
Rara... como encendida te hallé bebiendo linda y fatal... Bebías y en el fragor del champán, loca, reías por no llorar...
Enrique Cadícamo
Eres hermosa. Es cierto. Vi tu cara en un lugar lleno de gente y no sé qué hacer porque nunca estaré contigo.
James Blunt
Salían negros de todas partes como si fuera una máquina de churros.
Jesús Gil y Gil
- ¿Traicionaría a su padre? - Lo traicionaría por una chocolatina, pero es mi padre, no el tuyo.
Jonny Lee Miller
Cuando muera, quiero que me incineren y le arrojen en la cara el 50% de mis cenizas a mi representante.
Juan Verdaguer
Esta noche Dios se ha disfrazado de Michael Jordan.
Larry Bird
En su primera pasión, la mujer está enamorada del ser amado; en todas las demás, sólo está enamorada del amor.
Lord Byron
A la una los pies beso y al otro las manos pido: pues en ellas veo que están, según mi ventura quiso, las llaves del paraíso de este venturoso Adán.
Luis de Góngora
Le pareció que había algo trágico en una amistad tan cercana al amor.
Oscar Wilde
... una de las aglomeraciones urbanas más insalubres, tal vez, del mundo - por muy malas que sean las condiciones actuales o futuras en las que su población sea obligada a vivir, nunca serían peores o incluso iguales a la miseria que rodeaba sus sórdidas viviendas de la ciudad vieja de Jerusalén.
Pablo de Azcárate
La campaña que me hizo don Venustiano Carranza en el estado de Chihuahua, le ha costado a la nación algunos miles de hombres y algunos millones de pesos, pero ya de ese hombre no hay nada qué decir, porque ya ese hombre ascendió al número de los héroes.
Pancho Villa
Lo pintoresco tradicional, lo único autorizado por la crítica, tenía buenas razones para no encontrarse en mis cuadros: abandonado a mí mismo, lo pintoresco es inoperante y se niega cada vez que reaparece idéntico a sí mismo. Ya que lo producía su encanto, mientras no se hubiera convertido aún en tradicional, era lo inesperado, la novedad de una disposición y lo extraño.
René Magritte