No he sufrido nunca una pena que una hora de lectura no me haya quitado.
Montesquieu
La manzana no puede ser vuelta a poner de nuevo en el árbol del conocimiento; una vez que empezamos a ver, estamos condenados y enfrentados a buscar la fuerza para ver más, no menos.
Arthur Miller
Es un gran obstáculo para la felicidad esperar demasiado.
Bernard Le Bovier de Fontenelle
Es el hombre el que hace grande a la verdad, y no la verdad la que hace grande al hombre.
Confucio
Nunca es tiempo perdido el que se emplea en escuchar con humildad cosas que no se entienden.
Eugeni d'Ors
Podría probar a Dios estadísticamente.
George Horace Gallup
Las cartas no son más que un trozo de papel. Aunque se quemen, en el corazón siempre queda lo que tiene que quedar; por más que las guardes, lo que no tiene que quedar desaparece.
Haruki Murakami
La belleza es una de las pocas cosas que no dan lugar a duda.
Jean Anouilh
Pero si ese hombre se olvida que se debe al pueblo y no respeta derechos ni constituciones, el pueblo tiene la obligación de recordarle los deberes de la altura, e imponerle su soberanía, si no por la razón, ¡por la fuerza!
Leandro Alem
Lo que poco cuesta aún se estima menos.
Miguel de Cervantes
Gracias a ti todos los frutos se ofrecen a mi mano como si yo fuera el sol. Gracias a ti sólo pruebo la miel de la esperanza. Gracias a ti late mi corazón.
Nazim Hikmet
Un gobernante eficaz no debe tener piedad.
Nicolás Maquiavelo
Los hombres, en su debilidad acababan cediendo, siempre cedían porque su voluntad se anulaba ante los encantos de cualquier mujer con malas intenciones.
Ramón Cerdá
Mi futura suegra escupía veneno. Sus ímpetus llevaban un ritmo mental sumamente curioso, pues oscilaban entre el homicidio compuesto y el asesinato triple. Al mismo tiempo que me sonreía con las mandíbulas, me daba puñaladas con los ojos.
Roberto Arlt
Intento distraerme de mí, pero sólo lo consigo ya esporádicamente.
Thomas Bernhard
Un hombre ingenioso y de buen juicio decía un día de un grave doctor: Este tal no puede dejar de ser un solemne ignorante, pues contesta a todo cuanto se le pregunta.
Voltaire