La mayoría de veces el éxito depende de saber cuánto se ha de tardar en lograrlo.
Montesquieu
No se trata de seguir una dieta en la que haga faltafuerza de voluntad, se trata de mantener motivación y disposición al cambio de hábitos que nosotros mismos hemos diseñado para nosotros, porque queremos, porque comprendemos que nos son beneficiosos y porque disfrutamos con ellos.
Ana Moreno
Paso yo directamente del amor al odio, pero muy de vez en cuando.
Andrés Calamaro
Quizás la mente es mucho más poderosa de lo que nos creemos y aísla los pensamientos negativos y los recuerdos traumáticos.
Armando Rodera
No se puede encontrar a quien no quiere ser encontrado.
Isabel Allende
Después de lo que conocéis que ha hecho la contrarrevolución en Asturias, ya podéis imaginaros lo que sería en España el fascismo.
José Díaz Ramos
Si permanecemos unidos, habremos ganado el Futuro.
Juan Carlos de Borbón
No nos vamos a poner de acuerdo nunca. Y seremos muchas veces injustos, tomando la humildad por soberbia, la reserva por falta de compromiso, la voluntad de no herir por la voluntad de no saber.
Juan Gelman
Si no se respetan el reino animal y el vegetal tampoco la vida humana.
Luis Carlos Galán Sarmiento
Un cuco llama y entre los densos bambúes veo la luna.
Matsuo Basho
Más allá del infierno cincuenta leguas, hay un infierno aparte para las suegras.
Melchor de Palau
Permitir la crítica no está en tus manos y, si estuviera en tus manos, malo sería.
Paco Ignacio Taibo II
Yoga es un término sánscrito que significa unión o uncir y, por extensión, armonizar.
Ramiro A. Calle
Estaréis en vuestra casa mirando la televisión y de pronto aparecerá un anuncio en la pantalla y una voz dirá, ¡Comed las chocolatinas de wonka! ¡Son las mejores del mundo! ¡Si no lo creéis, probad una ahora mismo...! ¡Y lo único que tendréis que hacer es alargar la mano y cogerla! ¿Qué os parece, eh?
Roald Dahl
Tratad a los demás como deseáis que los demás os traten a vosotros.
Tomás de Aquino
Empiezo a desear un lenguaje parco como el que usan los amantes, palabras rotas, palabras quebradas, como el roce de las pisadas en la acera, palabras de una sílaba como las que usan los niños cuando entran en un cuarto donde su madre está cosiendo y cogen del suelo una hebra de lana blanca, una pluma, o un retal de chintz. Necesito un aullido, un grito.
Virginia Woolf