Los que tienen poco negocio que atender son buenos charlatanes, los intelectuales y los ocupados hablan menos.
Montesquieu
La estupidez es por cierto, un producto de la voluntad.
Aldous Huxley
Ahondaré en ti mismo y abrasará tu sangre el fuego de la mía rebelde y soñadora.
Ernestina de Champourcín
Quien no sabe vencerse ha nacido para esclavo.
Eustache J. Langlois
Sólo los tontos han creado progresos en el mundo, porque los listos se han adaptado a lo que había sin necesidad de inventar.
George Bernard Shaw
En todo aquello que vale la pena de tener, incluso en el placer, hay un punto de dolor o de tedio que ha de ser sobrevivido para que el placer pueda revivir y resistir.
Gilbert Keith Chesterton
Qué se siente uno siendo la única Karen Settman.
Glenn Close
Demos bastante si queremos conseguir mucho.
Juan Bosco
Más vale engañarse con todo el mundo, que ser el único poseedor de la verdad.
Madeleine de Puisieux
¿En qué consiste una hermosa mentira? Simplemente en que aquélla se sostiene por sí sola. Si un hombre carece de imaginación hasta el extremo de tener que presentar pruebas en apoyo de una mentira, más vale que diga la verdad sin tardanza.
Oscar Wilde
Y los fundadores no tienen obligación de componer fábulas, sino únicamente de conocer las líneas generales que deben seguir en sus mitos los poetas con el fin de no permitir que se salgan nunca de ellas.
Platón
Si vives correctamente los sueños vendrán a ti.
Randy Pausch
Todo lo que puede valuarse carece de valor. El mérito que se somete a número y a medida, parece una mercancía que se remata al mejor postor.
Severo Catalina
No llores por quien no te ama, ama a quien por tí llora.
Shakira
A los tímidos y a los vacilantes todas las cosas les parecen imposibles, porque así les parecen.
Silvio Pellico
Con veintiún años, la vida es un mapa de carreteras. Es solo cuando cumples los veinticinco o así que empiezas a sospechar que has estado mirando el mapa al revés, y no es hasta que alcanzas los cuarenta que estás completamente seguro de haberlo hecho. Para cuando tienes sesenta, fíate de mí, uno está más perdido que la hostia.
Stephen King