A quienes me preguntan la razón de mis viajes les contesto que sé bien de qué huyo pero ignoro lo que busco.
Molière
Tú me maldices y yo te bendigo.
Alejandro Jodorowsky
Es imposible, por tanto, que exista un peso infinito, y de manera semejante una levedad infinita. Y, por consiguiente, no puede haber cuerpos que tengan un peso o una levedad absolutos.
Aristóteles
En las argumentaciones utilizamos las palabras en lugar de las cosas porque no podemos disponer de las cosas mismas.
Lo que los ojos no ven y la mente no conoce, no existe.
D. H. Lawrence
Yo no tengo que demostrar nada a nadie.
Eddie Marsan
Cuando me dicen que mis coches consumen demasiado o que son demasiados peligrosos por su potencia, me dan ganas de reír. La vida misma es un cotidiano consumo de energía y riesgo.
Enzo Ferrari
¿Para qué sirve el dinero? Al que no lo tiene le falta valor; el que lo posee tiene preocupaciones; el que lo disfrutó tiene pesar.
Friedrich von Logau
Pasiva, apasionada, absoluta, injusta, la mujer no admira la grandeza sino con la esperanza de conseguir su sacrificio. Ama a los castos para corromperlos; a los fuertes, para esclavizarlos; a los independientes, para envilecerlos.
Joséphin Péladan
Bordoneaba la marea de sus cabellos en hilas de diamante musical.
Julio Herrera y Reissig
El progreso de la humanidad se debe exclusivamente a los avances de las ciencias naturales, no a la moral, la religión o la filosofía.
Justus von Liebig
Siempre supe que algún día volvería a sentir la hierba bajo mis pies y caminaría bajo el sol como un hombre libre...
Nelson Mandela
El matrimonio es la única guerra, donde los enemigos duermen juntos.
Quentin Crisp
El canal se complace pensando que los ríos no existen sino para traerle agua.
Rabindranath Tagore
Yo no quiero morir en tierra: me da un pánico terrible. A mí, que me encanta volar en avión y ver pasar las nubes, me gustaría que un día el aparato en el que viajo se perdiera y no volviera. Y que me hicieran un epitafio los ángeles. O el viento.
Rafael Alberti
Sombra ambulante es la vida no más. Mera comparsa que breve instante el escenario cruza y se olvida después.
William Shakespeare