Cada uno influye en el otro y éste lo hace en el siguiente, que el mundo está lleno de historias, pero que las historias son todas una.
Mitch Albom
La diferencia entre un veneno, una medicina y un narcótico es sólo la dosis.
Albert Hofmann
Todo ordenador tiene una memoria principal que utiliza para albergar los programas en ejecución. En los sistemas operativos más sencillos, sólo hay un programa a la vez en la memoria. Para ejecutar un segundo programa, es preciso desalojar el primero y colocar el segundo en la memoria. Los sistemas operativos algo más sofisticados permiten que haya varios programas en la memoria al mismo tiempo.
Andrew S. Tanenbaum
Puede que parezca un delincuente curtido, pero soy inocente.
Ben Whishaw
Doquiera dirigimos nuestra mirada, vemos que los pueblos de avanzada cultura han puesto en marcha un sistema de amplias previsiones para la satisfacción de las necesidades humanas.
Carl Menger
La televisión es el espejo donde se refleja la derrota de todo nuestro sistema cultural.
Federico Fellini
Poder decir adiós es crecer.
Gustavo Cerati
Estar preocupado es ser inteligente, aunque de un modo pasivo. Sólo los tontos carecen de preocupaciones.
Johann Peter Eckermann
Grande fue su riqueza, pero más grande era su corazón.
John Dryden
Si no podemos poner fin a nuestras diferencias, contribuyamos a que el mundo sea un lugar apto para ellas.
John F. Kennedy
¡Mía o de nadie! (refiriéndose a su patria).
José Manuel Balmaceda
Cada uno acepta lo que va descubriendo de sí mismo en las miradas de los demás, se va formando en la convivencia, se confunde con el que suponen los otros y actúa de acuerdo con lo que se espera de ese supuesto inexistente.
Juan Carlos Onetti
El obrero tiene más necesidad de respeto que de pan.
Karl Marx
Partamos tal como somos: una amante libre y su poeta.
Mahmud Darwish
El coraje no se puede simular: es una virtud que escapa a la hipocresía.
Napoleón Bonaparte
Nuestros enemigos habían copiado nuestros métodos y, como se perfeccionaron rápidamente en este tipo de guerra, nos convertimos paulatinamente en receptores del ataque y fuimos dejando de ser los agresores.
Otto Hahn